El auditorio Virgen de la Salud del Centro San Camilo se ha convertido durante unos día en una especie de gran habitación con camas y todo tipo de materiales que son el día a día de la profesión socio sanitaria: cuñas, sondas, pañales, apósitos, mantas, almohadas… sin olvidar las mascarillas, guantes e hidrogeles, que ya son imprescindibles en el escenario de la pandemia.
Precisamente, la llegada del covid-19 paralizó las prácticas del Certificado de Profesionalidad que imparte el Centro San Camilo con la subvención de la Consejería de Política Sociales, Familia, Igualdad y Natalidad de la Comunidad de Madrid. Un curso que debía haber finalizado en 2020, pero que lo hace ahora adaptándose a las circunstancias y siempre velando por la seguridad de alumnos, profesores y el propio centro.
“Es una simulación en la que trabajamos mucho con nosotros, y no solo con un muñeco, para que suframos un poco y aprendamos tanto lo que es cuidar como a ser cuidados. Esa es la intención de las prácticas” afirma Daniel Moguel, auxiliar de enfermería de la Unidad de Cuidados Paliativos del centro.
“Aquí trabajamos loscambios posturales, movilizaciones, transferencias, aseo, etc. Asimismo nos acercamos a materiales con los que nos podemos encontrar en la vida real como una sonda, aparatos, tratamientos… situaciones ante las que los alumnos están muy motivados” asegura.
Unas prácticas que pretenden facilitar la incorporación en el mundo laboral de población vulnerable; es decir, personas en desempleo de larga duración, mujeres mayores de 45 años y otra población en riesgo de exclusión. Un módulo práctico que se suma al teórico que ya habían superado y con el que esperan encontrar trabajo.
“Yo había trabajado en algunas casas a domicilio, pero ahora me siento mucho más segura, ahora ya falta conseguir trabajo” dice con optimismo Sunilda. “Creo que vamos a encontrar trabajo. Además, este curso nos ha venido fenomenal para poder ayudar también a nuestros familiares” añade María, quien confiesa que es un trabajo bastante duro pero gratificante “porque ayudas a gente que lo necesita de verdad y sales contenta porque te lo agradecen de corazón”.
A su lado está Antonio, que destaca lo interactivo y positivo de esta experiencia. “Por eso yo estoy estudiando también aquí otro curso, para estar más preparado. Porque de este centro se sale con una buena base y eso es fundamental” destaca sonriente.
Y es que la formación es una constante del Centro de Humanización de la Salud, por eso la edición del presente año académico de este Certificado de Profesionalidad ya está en marcha, al igual que otros cursos y los ciclos de Formación Profesional. Más información en humanizar.es.