Comunicación, tecnología y cuidados en las XXVIII Jornadas de Alzheimer

Máxima asistencia y participación en el Centro los días 9 y 10 de abril

 

El Centro de Humanización de la Salud San Camilo ha vuelto a colgar el cartel de aforo completo en la organización de una de sus jornadas anuales. En este caso las celebras este 9 y 10 de abril entorno a la enfermedad de Alzheimer, presenciales transmitidas por streaming. 

La 27ª edición de las Jornadas de Alzheimer ha sido un punto de encuentro de profesionales sanitarios y del tercer sector, docentes, voluntariado, estudiantes, familiares y público interesado en conocer los últimos avances en torno a esta enfermedad y sus cuidados. 

Programación que fue inaugurada por su director, José Carlos Bermejo, quien reclamó la necesidad de buen cuidado en todas las situaciones, no solo en residencias sino también en domicilios, donde hay mucha oscuridad sobre el tipo de cuidado ofrecido. “Hoy les invito a que hagamos un pacto con la esperanza. Que sigamos educándonos, apoyándonos mutuamente y luchando por un futuro mejor para quienes enfrentan esta enfermedad. Que nunca dejemos de creer en la capacidad humana de amar, adaptarse y encontrar luz incluso en la oscuridad” afirmó.

 

HUMANIZACIÓN ANTE LA TECNIFICACIÓN

Mesa de autoridades que también contó con la intervención de Óscar Álvarez, director general de Atención a la Dependencia y al Mayor de la Comunidad de Madrid, quien destacó los avances tecnológicos y de investigación del Alzheimer reivindicando la humanización sanitaria: “detrás de una Alexa o cualquier app debe hacer siempre una persona”. Por su parte,  Jesús Moreno, alcalde del Ayuntamiento de Tres Cantos, señaló que “el Centro San Camilo es el mejor sitio para aprender y ser cuidado”.

En la conferencia inaugural el neurólogo de la Fundación CIEN, Mario Emiliano Ricciardi, abordó el envejecimiento y deterioro cognitivo desde una perspectiva integral. Una ponencia apoyada en conclusiones de recientes investigaciones que arrojan esperanza de cara al futuro y algunas claves para el tratamiento y prevención de la demencia.

FORTALECIMIENTO DE LA COMUNICACIÓN

Le sucedió una mesa redonda sobre la tecnología para el cuidado de la persona en cada fase de la enfermedad de Alzheimer, en la que se abordan la metodología Snoezelen para la estimulación, las innovaciones aplicadas en las intervenciones con personas con demencia y las novedades en dispositivos para el cuidado domiciliario.

Una animada mesa en la que participaron Asunción Veloso, de Caser Residencial; María José Cid, de la Asociación Intenacional Snoezelen; y Teresa Rodríguez del Rey, del CREA Salamanca, quienes coincidieron en que “las plataformas de atención y apoyo son muy útiles, pero jamás pueden sustituir a las personas, en el cuidado han de participar todas las personas que están alrededor del enfermo”.

En paralelo en otro salón de actos se desarrolló un bloque temático muy práctico sobre la comunicación ante la enfermedad de Alzheimer y acompañamiento compasivo, con ejemplos diarios de profesionales del Centro San Camilo y del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid: “Llorar es una necesidad biológica que no debemos reprimir, las lágrimas son necesarias” escuchamos entre otras recomendaciones.  


EL CUIDADO DA SENTIDO A LA ENFERMEMAD

La segunda tarde las Jornadas de Alzheimer comenzó reflexionado sobre el sentido de la enfermedad en un coloquio con Javier Yanguas, gerontólogo y director del Programa de Mayores de Fundación la Caixa; y José Carlos Bermejo, teólogo sanitario y máster en bioética, donde se habló de dignidad, soledad, propósito vital y valor del cuidado, porque “ante la enfermedad cuidar da sentido a la vida, porque tiene significado” subrayaron. 

Al mismo tiempo tuvo lugar una sesión sobre alzhéimer y sexualidad impartida por la educadora sexual y social, Felicidad Iriarte, donde el abordaje de la intimidad relacional fue protagonista. 


HOMENAJE A ENFERMOS Y CUIDADORES 

Finalmente, la lectura del Manifiesto del Centro San Camilo y el homenaje a las personas con esta enfermedad y sus cuidadores, protagonizaron la clausura. Un acto participativo con residentes, familiares, voluntarios, trabajadores y público asistente que decoraron un corazón con corazón “en recuerdo de quienes cuidan y son cuidados”, donde se escucharon emotivos testimonios como el de la voluntaria Pilar: “no hay mejor universidad de la vida que la de mirarse en los ojos del otro”.


MANIFIESTO POR UNA HUMANIZACIÓN EN EL CUIDADO DEL ALZHÉIMER

Compartimos íntegramente el manifiesto institucional que fue leído por José Manuel Martínez Galán, gerente del Centro.

El alzhéimer nos desafía como sociedad, como profesionales de la salud y como familiares. Es una enfermedad que borra los recuerdos, pero no la dignidad; que deteriora las capacidades cognitivas, pero no la esencia de la persona. Desde estas Jornadas, en San Camilo:


1. Afirmamos la dignidad inquebrantable de cada persona con alzhéimer.
Ninguna enfermedad anula el valor de una vida humana. La persona con alzhéimer sigue siendo sujeto de derechos, afectos y relaciones. Nuestro deber es garantizar que sea tratada con respeto, ternura y justicia, sin caer en el abandono ni en la sobreprotección.


2. Nos comprometemos con un cuidado humanizador.
El cuidado de quienes viven con alzhéimer debe ser integral: abarcando lo físico, lo emocional, lo espiritual y lo social. No basta con tratar síntomas; es imprescindible cultivar una presencia amorosa y generar entornos donde la persona se sienta reconocida y acompañada.


3. Defendemos el derecho a una vida con sentido.
El alzhéimer plantea la pregunta radical: “¿Vale la pena vivir así?”. Nuestra respuesta es clara: sí, porque el sentido de la vida no depende únicamente de la memoria o de la autonomía, sino de la capacidad de dar y recibir amor. Nuestro compromiso es ayudar a encontrar ese sentido en cada etapa de la enfermedad.


4. Acompañamos y apoyamos a las familias y cuidadores.
El alzhéimer afecta no solo a quien lo padece, sino a todo su entorno. Cuidar al cuidador es una responsabilidad compartida. Promovemos redes de apoyo, formación y espacios de desahogo para que ninguna familia afronte esta enfermedad en soledad.


5. Promovemos una sociedad comprometida con la inclusión.
La humanización del cuidado del alzhéimer no es solo tarea de médicos y cuidadores, sino de toda la sociedad. Apostamos por comunidades amigables con la demencia, donde el respeto, la paciencia y la solidaridad sean los pilares de la convivencia.


6. Creemos y fomentamos la investigación y la formación.
Solo desde el conocimiento y la sensibilización podemos mejorar la calidad de vida de las personas con alzhéimer. Apoyamos la investigación biomédica, psicológica y social, así como la formación de profesionales y voluntarios con una mirada humanizadora.

 

En estas jornadas, queremos renovar nuestro compromiso con una atención digna, compasiva y esperanzadora. El alzhéimer no define a la persona; lo que nos define es cómo elegimos acompañarla.