Bajo el lema "Afectividad, sexualidad y sexo en la persona mayor institucionalizada", las recientes VII Jornadas de Ética Asistencial, organizadas por el Comité de Ética Asistencial del Centro San Camilo el pasado 5 de marzo, han dado numerosos frutos.
Entre ellos, destacan las conclusiones que el equipo compartió en la clausura del evento, al que acudieron cerca de 200 participantes:
"Esta mañana de martes de carnaval, casi 200 personas nos hemos reunido para deliberar sobre AFECTIVIDAD-SEXUALIDAD y SEXO con la actitud de aprender los unos de los otros y con el objetivo de promover la Humanización de la salud a la luz del valor de la justicia, en cuanto que las personas mayores de las que hoy hablamos están en instituciones que son su vivienda, su hogar y su casa.
Humanizar la salud constituye un compromiso ético de considerar a la persona en su globalidad, también en su dimensión afectiva y sexual.
Entendemos que salud es algo más que el “perfecto estado de bienestar” del que habla la OMS. Desde la mirada de la humanización entendemos que salud, es la capacidad que un ser humano tiene de auto-realizar un proyecto de vida con otros y para otros en una institución que busca ser justa.
La dimensión afectiva y sexual, así como el disfrute de la propia sexualidad con uno mismo o con otra/s personas son parte esencial de la auto realización del propio proyecto de vida. Humanizar la cultura es humanizar los valores que ésta propone. Por eso es necesario tomar conciencia de los valores que la cultura dominante propone sobre la vejez cuando presentan exclusivamente como objeto de deseo a personas jóvenes, bellas y perfectas; y en consecuencia lo viejo se convierte en feo, caduco e inservible.
Son muchos los mitos y los estereotipos sobre los mayores. Suele ser difícil en el ámbito de los profesionales que tratan con ancianos escuchar una idea positiva sobre la sexualidad en la vejez. Es habitual pensar que se trata de un periodo sin deseos ni actividad sexual. Los jóvenes creen que la actividad sexual disminuye con la edad. Muchos mayores llegan a creer que la vejez es un periodo asexuado. En consecuencia muchas personas mayores que sienten deseo sexual experimentan un sentimiento de culpabilidad y de vergüenza o incluso llegan a creerse anormales.
Por todo ello es muy importante
- Que, más allá de una necesaria bioética de principios que nos ayude a deliberar en los conflictos, se impulse una ética de virtudes que promueva valores como el Respeto, la Confidencialidad, la Benevolencia, la Veracidad, la Responsabilidad, la Humildad, la Compasión, la Paciencia, la Alegría, el Sentido del humor, la Tolerancia, la Escucha, la Amabilidad, la Confianza, la Comprensión, la Profesionalidad, el Cariño, el Afecto, la Humanidad, la Educación, la Vocación, la Empatía, la Honestidad, la Gratitud, el GOZO, el DISFRUTE, el PLACER.
- Que en los Centros Socio-Sanitarios se respete la dignidad del colectivo de personas mayores que la sociedad tiende a ver como homogéneo. Esto supone un trato personalizado, atento a la diversidad, que haga posible el respeto a sus costumbres y creencias y que permita a las personas ser quienes son.
- Que, en materia de afectividad y sexualidad. No hay una sexualidad normativa. Todas las personas tienen igual dignidad y derechos, independientemente de su edad. Esto nos exige precaución y cuidado.
- Que los profesionales de los Centros Socio Sanitarios deben estar formados para ser auto críticos respecto a los propios modelos sexo-afectivos; formados para la promoción y cuidado de la vida afectiva y sexual de los residentes, así como para el respetuoso manejo de situaciones conflictivas o comportamientos inadecuados.
- Que la información sobre las circunstancias particulares y conductas de cada persona será objeto de la más estricta confidencialidad.
- Que la sensibilización orientada a lograr un trato cálido y respetuoso a las personas mayores debe alcanzar tanto a los profesionales como al conjunto de los residentes y también a sus familias.
- Es necesario contar con un protocolo y un manual de buenas prácticas en este ámbito es cuestionar los modelos sexo-afectivos sobre la vejez, buscar la manera de fomentar y promover la privacidad para que se puedan desarrollar las prácticas afectivas, sensuales y sexuales; preguntar a los nuevos ingresos sobre los deseos y hábitos sexuales; formarnos como profesionales en el ámbito del cuidado sexo-afectivo de las personas mayores; no imponer conductas sexuales concretas, lo normal es lo diverso y la regla ha de ser aceptado y consentido por las personas; trabajar con las familias ya que son uno de los factores más limitadores en el desarrollo de las relaciones sexo-afectivas; hay que trabajar con las propias personas mayores para facilitar la posibilidad de comunicar los deseos, tanto favorables como desfavorables a las relaciones auto-eróticas como las relaciones sexo-afectivas.
Para nosotros ha sido un gozo y un placer promover estas VII Jornadas de Bioética Asistencial. Deseamos que hayan sido un lugar para el encuentro fecundo en torno a la reflexión, al mejor hacer y al mejor ser, porque "la mejor forma de hacer, es ser". Entonces habremos hecho ética. Gracias por formar parte ello."Noticias relacionadas
Ética de virtudes promotora de valores, formación del profesional auto crítico, la confidencialidad, trato cálido y respetuoso...
lunes, 11 de marzo de 2019 23:00h
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Centro de Humanización de la Salud