La revista Psicooncología de la Universidad Complutense de Madrid ha publicado un estudio realizado en el Centro de Humanización de la Salud San Camilo, coordinado por su responsable, Rosa Ruiz-Aragoneses.

Se trata del artículo Actualización de indicadores para la detección de necesidades espirituales y psicoemocionales en cuidados paliativos. Un estudio Delphi, disponible en Ediciones Complutense, que se suma al catálogo de investigaciones que recopila la web humanizar.

Un estudio que ha examinado la idoneidad de los ítems que el Documento Único de Derivación (DUD) establece para identificar y registrar las necesidades espirituales (NE) y psicoemocionales (NP) de pacientes en la Comunidad de Madrid, actualizando  los respectivos  indicadores  desde  el  consenso  de  17 expertos (metodología Delphi),  ya que  el DUD, herramienta  pionera  y  eficaz  para  sistematizar  y  coordinar  la  atención paliativa,  mantiene  los  mismos  indicadores  desde  su  creación.  

Entre las conclusiones se resalta la necesidad de una formación espiritual y psicológica básica para todos los profesionales que intervienen interdisciplinarmente, aunque se requiera la presencia de especialistas en momentos concretos del proceso. Hay consenso entre los especialistas para señalar la  importancia de  diferenciar la dimensión psicoemocional y la espiritual, sin detrimento de la necesaria atención interdisciplinar.

Además de someter a la valoración de los expertos los indicadores actuales, se proponen algunos nuevos de acuerdo con la literatura actual y los criterios de SECPAL y EAPS-La Caixa. Siguiendo los criterios metodológicos planteados, quedan validados y consensuadas 5 de las 6 necesidades psioemocionales actuales y se añaden dos nuevas (tristeza, ansiedad, miedo, depresión, claudicación emocional del cuidador, sufrimiento emocional ante la experiencia de padecer una enfermedad avanzada, ideación autolítica, mala gestión de la incertidumbre, negación o ambivalencia del proceso); en cuanto a las espirituales, solo permanece una de las actuales y se añaden 6 nuevas (angustia vital, desesperanza, no poder hallar sentido a la enfermedad, desolación, coherencia-sentido vital, trascendencia, relación con personas significativas).

Esperamos que esta propuesta pueda mejorar la coordinación, diagnóstico y acompañamiento de pacientes y familiares que atraviesan el final de vida.