Promoviendo la cultura del buen trato a las personas mayores

15 de junio: Día mundial contra el abuso y maltrato a la vejez

 

Con ocasión del día mundial para la toma de conciencia del abuso y maltrato a la vejez,  José Carlos Bermejo, director del Centro San Camilo, ha impartido en Toledo la conferencia "Promoviendo la cultura del buen trato a las personas mayores". Una actividad  organizada por la Asociación Lares Castilla La Mancha y la Fundación Mayores, que ha contado con la asistencia de autoridades del ayuntamiento y de la Consejería de Bienestar Social.

En el acto José Manuel Llario, presidente de ACESCAM, y su vicepresidenta, María Ángeles Sánchez Trillo, han propuesto claves de respeto y cuidado humanizado a las personas mayores en todos los contextos donde viven, invocando una pedagogía de los cuidados para pasar del estigma al tesoro de los mayores. Todo bajo el lema “Por lo legal y por lo moral: Respetar la vejez es vida”.

PROMOCIONAR LA DIGNIDAD DEL ENVEJECIMIENTO

Asimismo, la asociación presentó un manifiesto para hacer patente la necesidad de luchar contra este problema que afecta a gran parte de la sociedad (según la OMS el abuso y maltrato lo sufren 1 de cada 6 personas mayores de 60 años), al que también se sumó José Carlos Bermejo, especificando como “buen trato a personas mayores” el conjunto de prácticas: familiares, profesionales, sociales, etc. que tienen como finalidad promocionar la dignidad de la persona durante el envejecimiento. Y como ejemplo, puso el caso de la residencia San Camilo donde la “humanización” en el cuidado es una constante.

A lo largo de su exposición, al igual que en el manifiesto, se hizo énfasis en que la residencia sea el hogar del mayor, considerando cada habitación como el domicilio del usuario. Entender así dicho espacio implica prácticas consistentes en preguntar antes de entrar en la habitación, reducir el número de ocasiones en las que se hace necesario hacerlo, respetar el “orden” o “desorden” que el propio usuario o procurar que la habitación permita la visita de los familiares en condiciones de intimidad. 

APRENDER A CUIDAR

Además, Bermejo hizo hincapié en la necesidad de una constante formación en el cuidado de las personas mayores, que ha de comenzar en el ámbito familiar y continuar en el ámbito institucional. Por lo que pide a los poderes públicos el máximo compromiso en la puesta en marcha de planes de formación que tengan como objetivo promover la dignidad de la persona mayor como principal remedio en la lucha contra el abuso y maltrato a la vejez. 

Una cuestión que no es baladí, porque solo la iniciativa pública que fomente la formación en el cuidado de las personas mayores hará posible, con la participación de todos, que el “buen trato” a las personas mayores venza a cualquier mala praxis familiar o profesional.

DEFINIR EL MALTRATO PARA COMBATIRLO

Finalmente, en el acto se recordó la definición de maltrato dada por la Organización de Naciones Unidas, en su declaración de Toronto el 2 de noviembre de 2002, que destaca: 
- Que el maltrato a personas mayores puede cometerse tanto por acción u omisión. Entendiendo por una sola acción hechos como gritar, amedrentar, intimidar… o a través de su  no realización como el prestar la ayuda debida.
- Que puede darse tanto en el ámbito domiciliario como institucional, ya que el maltrato se produce donde existe una relación de confianza.
- Que el daño o angustia del maltrato es más fácil de causarse en mayores que en adultos o jóvenes por la propensión a la vulnerabilidad que se produce en la vejez.
- Que todos y cada uno de nosotros debemos comprometernos en pro de los mayores convirtiéndonos en agentes promovedores del buen trato a personas mayores, no solamente porque algún día alcanzaremos dicha condición, sino porque la propia dignidad que ha de conllevar la vejez exige dicha protección.
- Que tenemos un serio compromiso en la prevención y lucha contra estas situaciones tanto en el ámbito residencial como en el ámbito domiciliario. 

CONCIENCIA DIARIA

Por todo ello, el evento concluyó con la firme convicción de que esta toma de conciencia debe ser constante y diaria, trabajando  dentro de la cultura del buen trato cada día para conseguir que ninguna persona mayor sea maltratada o sufra algún tipo de abuso (físico, moral o económico). Convencidos de que es necesario evocar y recordar a la sociedad que esta problemática existe, y que debemos trabajar todos juntos para erradicarla.