El modelo actual de desarrollo ha llevado a un cambio climático y a una sucesión de catástrofes meteorológicas (unas naturales, otras que no lo son)...
Este modelo está condicionado por la producción de energía, ahora en crisis... Son necesarios una serie de cambios en este nivel de consumo energético (Glasgow, modelos sostenibles ecológicos), que también van a conllevar sus costes: costes en el modelo de vida, costes económicos (se pierden puestos de trabajo, se generarán nuevos perfiles profesionales)...
Estos y otros desafíos interpeladores se reúnen en el monográfico de enero-febrero de nuestra Revista HUMANIZAR, bajo el título de "Renovar energías".
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Para abrir boca, aquí tenéis la selección de algunas en la web:
La persona como un equilibrio de energía (Alejandro Rocamora)
Reflexionando sobre el contenido de este número de HUMANIZAR, se me ha ocurrido pensar que el ser humano es como “una fuente de energía” de distinto tipo. Podríamos decir que es como un gran “tío-vivo” con fuerza centrípeta y centrífuga, de rotación y de traslación. Del equilibrio o desequilibrio de estas “fuerzas” se producirá la saludad mental o la enfermedad del individuo.
Menudo belén para empezar el año (Gema Moreno)
Al titular me remito. En mi línea de apuntarme a locuras varias, no se me ocurre nada mejor que asumir las páginas que escribía la genuina Mari Patxi Ayerra, a cuyo espíritu me encomiendo para que desde lo alto me perdone y ponga cierta cordura entre tanto desconcierto. Una forma de arrancar el año, con los mejores deseos.
Revisemos los circuitos (Consuelo Santamaría)
¿Será verdad que tu energía influye en mi vida? ¿Será verdad que nos envuelve la positividad o la negatividad? ¿Será verdad que hay una energía constante en el Universo desde hace miles de millones de años, que se transforma? Pues sí, es verdad.