-Preséntanos este libro, “Ritos y duelo”…
Es un libro que trata de situar de modo sencillo la importancia de los ritos para acceder al sentido profundo de la vida y por tanto de la pérdida. Trata de los ritos como camino hacia la dimensión espiritual de la persona. Es un libro de encargo, porque desde el Centro de Humanización de la Salud se veía la necesidad de abordar de manera clara el hecho de que el sufrimiento profundo del duelo se percibe en cosas que vienen de lo más profundo de la persona. Lo que he pretendido ha sido hacer familiar el mundo del rito, señalar su importancia en el proceso del duelo y sugerir pistas para utilizar el rito como un modo de marcar pasos en la elaboración de las pérdidas.
-La expresión “rito” puede evocar algo antiguo y recargado…¿qué ritos vivimos hoy día relacionados con el duelo?
El rito nos renueva cuando conectamos lo que hacemos en él con el sentido que tiene para nosotros. Cuando no es así se hace ritualidad vacía y desgasta. Lo que recarga un rito es el envoltorio pero sobre todo el que no es un rito personalizado. En los ritos religiosos falta muchas veces el componente que lo personalizaría. Personalizar una despedida permite hacerla desde lo más profundo y aportar lo que nos hace conectar con la experiencia. Muchas personas no se ven identificadas con lo que en un funeral se hace porque, con frecuencia, son intercambiables. Se celebra un funeral igual a otro con palabras parecidas que no resuenan en la persona. En el duelo, las personas solemos buscar modos de relacionarnos con lo perdido bien repitiendo costumbres que teníamos, bien haciendo nuevas cosas.
-En el libro mencionas rituales espontáneos, rituales alternativos e incluso rituales terapéuticos…¿tal es la importancia del rito en nuestra vida?
Somos seres simbólicos. Los ritos son tan cotidianos que casi no caemos en la cuenta de que es así. Marcamos nuestros días con ritos que refuerzan nuestras identidades: lo que somos como individuos, como pareja o como familia. Todos nosotros establecemos continuidad mediante esas pequeñas cosas que se suelen explicar de modo sencillo cuando al hablar de nuestra familia, por poner un caso, decimos: “nosotros solemos…” De pequeño recuerdo que el domingo bajaba a la pastelería y llevaba los bollos del domingo, luego nos vestíamos de manera distinta. Eso marcaba el domingo y la familia en el domingo. Nuestra vida está llena de este tipo de ritos. Cuando no es así, hemos perdido nexos y sentimos que lo que somos perdió sentido.
Hay otros ritos, esos que suponen procesos de cambio, pasos que damos. Nuestra vida tiene también de esos. A veces cuando pierden sentido esos que vivíamos de modo cotidiano, bien porque ya no está la persona con la que lo vivíamos o bien porque nuestra relación con ella ha cambiado necesitamos gestos que den cuenta de nuevas etapas. Eso también son ritos. En el duelo hay de los dos tipos, porque el duelo no avanza a golpes de pensares sino de haceres.
Lee la entrevista completa en el próximo número de enero de la revista Humanizar
"El duelo no avanza a golpe de pensares, sino de haceres"
miércoles, 20 de noviembre de 2013 09:37h
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Centro de Humanización de la Salud