Encuentro en Madrid para "aprender a envejecer de forma saludable"
martes, 08 de marzo de 2005 23:00h
MADRID.- Ayer concluyeron en la sede de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) las jornadas sobre ancianidad y Vida Consagrada que han reunido a más de 170 religiosos y religiosas en torno a este tema. Como conclusión, el religioso Camilo Francisco Álvarez, director de las jornadas expuso que "desde una óptica cristiana (bien fundada antropológicamente), el envejecimiento no sólo ha de ser visto como un tiempo de la vida, sino como un tiempo de vida, como itinerario de plenitud", según informaron a Veritas desde CONFER.
El religioso explicó que "uno de los mayores desafíos que se le plantea hoy a la vida consagrada consiste en aprender a envejecer saludablemente, es decir, acertar a ser religiosos/as hasta el final de la vida" y destacó que "este aprendizaje ha de comenzar antes que el mismo envejecimiento". Durante el pasado sábado y el domingo, los asistentes hicieron una aproximación al proceso de envejecimiento desde el punto de vista biológico-sanitario, espiritual y de consagración religiosa para esta etapa de la vida.
Las jornadas comenzaron con un diagnóstico de los procesos de envejecimiento de la vida consagrada. A continuación se analizó el "Evangelio de la Salud: la salvación ofrecida a todos y en todas las edades bajo la forma de salud". "El Evangelio de la Salud ilumina de forma especial la última etapa de la vida. Desde él se descubre mejor no sólo la dimensión plenificante de la vida consagrada, sino también, de forma concreta, los recursos que ofrece a los consagrados en todas las edades", apuntó el presidente de las jornadas.
En una tercera parte se analizaron algunos "recursos saludables de la vida consagrada", como la "apuesta y oferta de valores", y "el aprendizaje de comunión, solidaridad", punto en el que se dijo que "las personas mayores son símbolos vivientes (aún a su pesar) del rostro invisible de la comunidad".
El religioso Camilo Francisco Álvarez explicó, por su parte, que "todas las edades de la vida son historia de salvación: Una historia sagrada en la que Dios nunca deja de ofrecer su salvación" y añadió que "ésta se encarna, camina con la persona, se hace edad". "Uno de los signos privilegiados de la oferta salvífica es el envejecimiento saludable, además de santo", dijo.