Comprometido con el cambio, José Miguel Cacho es una de las voces más reconocidas en la innovación sanitaria española. Asesor y docente en la plataforma CuraeSalud para la transformación digital en el sector, también es vocal en la Asociación de Innovadores en eSalud y forma parte de la Asociación de Salud Digital, que promueve el uso ético y eficaz de las herramientas virtuales en beneficio de pacientes y profesionales. Protagonista de la conferencia inaugural en las XXX Jornadas de Humanización de la Salud, conversamos con él sobre los retos ante la inteligencia artificial.

- ¿Cómo está transformando la sanidad el uso de la Inteligencia Artificial?
- Nuestra sociedad se encuentra en un punto de inflexión con la irrupción de la inteligencia artificial en nuestras vidas. Tenemos herramientas poderosas al alcance de nuestra mano que pueden cambiar no solo la atención sanitaria sino nuestro mundo, el virtual y el real. El interés de la sanidad por una rama de la IA como el aprendizaje automático es enorme porque está demostrando que puede entregar información utilizando datos e imágenes clínicas para ayudar a los profesionales a comprender mejor el efecto de los tratamientos, clasificar pacientes e incluso predecir la aparición de enfermedades.

- ¿Qué áreas están viendo un mayor beneficio con su implementación?
- En el entorno asistencial, los proyectos dirigidos a la ayuda en el diagnóstico utilizando la imagen médica son los que más rápidamente se han implantado y están descargando de trabajo a los profesionales a la hora de identificar problemas en radiografías, resonancias magnéticas o tomografías. No sustituye su labor, sino que la potencia y la agiliza. Otras áreas como la monitorización remota de pacientes o la tele rehabilitación también utilizan la inteligencia artificial de forma segura y acreditada. Por otro lado, se está comenzando a poner en marcha proyectos basados en datos para la mejora de actividad clínica o la predicción que están siendo validados científicamente. Pronto los veremos de forma más generalizada.

- ¿Qué obstáculos se encuentran los profesionales sanitarios al integrar las herramientas de la IA?
- Los servicios de salud están impulsando con fuerza, y en muchos casos con convicción, proyectos de IA porque se está demostrando los beneficios en la mejora asistencial, en resultados en salud y en la reducción de actividades rutinarias de bajo valor. En un sector tan regulado muchas veces, desde fuera, se ha acusado a las normativas de entorpecer la implantación de tecnologías digitales. Pero los profesionales quieren saber que lo que utilizan en su actividad asistencial cumple con los niveles de calidad, fiabilidad y seguridad exigidos. Y en el caso de la IA, creo que este es el aspecto principal junto con una implementación sin fricciones en el flujo asistencial. Por supuesto, la escasez de conocimientos y de experiencia en materia de IA, la preocupación por cómo será su relación con estas herramientas y los aspectos bioéticos también forman parte de un escenario general de retos por resolver.
 

AÑADIR TECNOLOGÍA SIN PERDER CONTACTO HUMANO

- ¿Puede alterarse la relación entre profesionales sanitarios y pacientes?
- Ya vemos cómo el uso masivo de avances digitales como internet o la comunicación por imagen o audio, e incluso las apps móviles han variado nuestra forma de relacionarnos. La IA va a tener un impacto aún mayor porque va a estar incluida en todas estas herramientas potenciándolas y en muchos casos transformándolas totalmente. Tendremos herramientas basadas en IA que nos permitirán una interacción personalizada a niveles que no nos imaginamos. Utilizaremos bots y agentes cuya función será automatizar completamente nuestras acciones digitales. Y por supuesto, estos sistemas serán utilizados por los servicios de salud. En nuestra mano está que el objetivo sea mejorar la experiencia del paciente y sus resultados en salud.

- A los pacientes nos preocupa la protección de nuestros datos, las desigualdades en la toma de decisiones médicas, la sobrecarga de trabajo de los profesionales, etc. ¿Con el uso de la IA corremos el riesgo de que se deshumanice la atención sanitaria?
- Si estamos pensando en una asistencia sanitaria sin intervención humana, aunque podría existir, en absoluto es el propósito de los reguladores, ni de los sistemas sanitarios ni por supuesto, de los profesionales, al menos en Europa. La clave reside en añadir tecnología sin perder el contacto humano y la empatía. Por otro lado, incluso éticamente, no es asumible dar la espalda al uso de una IA que ayuda a predecir enfermedades o a crear nuevos medicamentos. Los sistemas sanitarios deben estar a la altura de los tiempos digitales actuales preservando todos sus valores.

ÉTICA Y SUPERVISIÓN PERMANENTE

- ¿Podría la tecnología desplazar al profesional sanitario humano?
- Actualmente la IA no está sustituyendo a los profesionales y su uso sin supervisión apenas está realizando tareas muy rutinarias. Además, no es previsible la sustitución a medio plazo debido a la escasez de sanitarios, la creciente demanda de servicios por el envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades crónicas. Sí es cierto, que en EE. UU, profesionales como las enfermeras, en algunos servicios de salud, han reclamado un uso de IA validada y evitar soluciones que puedan poner en riesgo al paciente y las reemplace en su trabajo. El cómo se aplica la IA es clave para evitar estas situaciones.

- ¿Qué es más urgente: la regulación, la formación o el uso ético de la IA?
- La regulación europea sobre IA ya ha entrado en vigor y en los próximos años se deberá cumplir para los sistemas de alto riesgo, que serán donde se encuadren la mayoría de la soluciones en salud. Por otra parte, claramente falta formación en los profesionales; en la comprensión de la tecnología, su uso e incluso su desarrollo. Y la ética es algo que se debe trabajar diariamente porque la evolución de la IA no va a parar y necesitamos estar actualizados para los nuevos desafíos. Las grandes empresas tecnológicas no van a detener la evolución de estos sistemas y debemos estar a la altura.

- ¿Cómo imagina un futuro ideal? ¿Será posible?
- Históricamente, el sector sanitario siempre ha adoptado tecnología, y la IA no va a ser una excepción. Vamos hacia una sanidad basada en los datos y la tecnología para mejorar la atención. Será clave en la investigación científica y en la toma de decisiones, y tendrá un papel muy relevante en la relación con el paciente. El futuro de una sanidad avanzada tecnológicamente, que preserve sus valores de conocimiento, responsabilidad, equidad, transparencia y humanidad es posible, y está en nuestra mano hacerlo posible.