A día de hoy, el Departamento de Investigación del Centro de Humanización de la Salud cumple 5 años de recorrido, esto nos sugiere una breve parada para echar la mirada atrás. En estos últimos 5 años de investigación, ¿qué podemos decir que hemos aprendido? ¿Hemos desarrollado algo? ¿Hemos aportado evidencia de algo?
El área de la atención espiritual, es probablemente la más difícil de abordar. Parece que en esta dimensión todo se ha generalizado o interpretado sin demasiado rigor, desde los propios conceptos básicos. Un profesor de Psicología de la Religión me decía: “investigar sobre los efectos que produce Dios es imposible porque no se le puede citar en ningún laboratorio para medirlo”. Aun así, hemos constatado algunas cosas. ¿Cómo se concreta la ayuda de la Atención Espiritual? Ayuda a prepararse para la muerte haciendo sentir esperanza, confort, comprensión y sentido. Estas fueron respuestas que los mismos pacientes nos dieron. Además, el 100% de los profesionales de paliativos reconoce la atención espiritual como necesaria al final de la vida.
Cosas que no ayudan: las tasas de desinformación. La mayoría de los pacientes desconocen su pronóstico al ingresar en Cuidados Paliativos. Existen familiares que nunca llegan a conocer el pronóstico de su familiar. El proceso de informar a las personas de lo que les está sucediendo no es sencillo. En muchas ocasiones el paciente no quiere saber qué le pasa, en otras el familiar lo protege. Los espacios de tiempo son limitados.
En la línea de DUELO tenemos ya mucha experiencia. Y sobre ella investigamos desde hace años. La ayuda para tratar el duelo cuando éste se complica ha de ser específica para ello, no sirve cualquier tipo de acompañamiento ni de intervención. También hemos encontrado que existe mucha dificultad para pedir ayuda por parte de los dolientes que, según dicen, mantenían relación «negativa» con el fallecido. Éstos tardan 3 veces más que los demás...
También nos ha alegrado descubrir que en los procesos de duelo complicado la resiliencia aparece en un 76% de los casos y que en los grupos de ayuda se da un movimiento emocional tan potente que es capaz de generar esperanza donde lo que había era mucha tristeza.
En nuestra área de geriatría estudiamos las actitudes de los profesionales asistenciales hacia el uso de las sujeciones profundizando en las causas subyacentes. Hemos construido una escala que diferencia aspectos tan sutiles como si existe falta de convicción sobre los derechos de la persona dependiente, exceso de celo en la seguridad del dependiente o presiones asociadas sobre todo al entorno.
Por último, en nuestro color habilidades en counselling hemos hecho experimentos con estudiantes de enfermería y de medicina. Por los resultados podemos constatar que la actitud empática se aprende. No es cuestión, como muchas veces pensamos, de personalidad, sino que también se trabaja e incorpora como una herramienta más en la relación de ayuda. Es muy interesante ya que esta es una de las herramientas que puede proteger a nuestros profesionales del Sindrome Burnout, o “estar quemado”.
Y lo último pero no lo menos importante, la humanización de la salud. Recoge aspectos de calidad, pero no solo y no todos. El profesional y la formación tienen gran significado y valor en los estudios que hemos realizado.
Humanizar el mundo de la salud también se construye con la investigación. Intentamos aprender, instruir, asesorar, aconsejar con el objetivo de hacer valer la atención integral y centrada en la persona. Y así seguimos, con el deber y el derecho de mejorar. Marta Villacieros
Depto. Investigación Centro de Humanización de la SaludRevista HUMANIZAR. ¡Suscríbete!