MADRID.- Quedaba, sin embargo, por confirmar si esos beneficios eran extrapolables a la población anciana. El estudio PROSPER (PROspective Study of Pravastatin in the Elderly at Risk) se diseñó con ese objetivo y sus resultados concluyen que el tratamiento con pravastatina (LIPEMOL*) reduce en un 24% el riesgo de muerte coronaria en pacientes con edades superiores a los 70 años. Además, el beneficio asociado a pravastatina se logra de forma segura, una ventaja que los expertos valoran especialmente en el tratamiento de estos pacientes, que en la mayoría de los casos necesitan tomar más de un medicamento para controlar otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial.
Para analizar y discutir la repercusión que el estudio PROSPER tendrá en la práctica clínica se ha convocado en Madrid una reunión científica sobre El Tratamiento con Estatinas del Paciente de Riesgo y Edad Avanzada, a la que acudirán más de 150 médicos de toda España. Para el doctor José María Mostaza, de la Unidad de Lípidos del Instituto de Salud Carlos III y coordinador científico de esta jornada, se trata de una investigación pionera, que por primera vez ofrece datos con esta población sin haberlos obtenido de manera indirecta.
"Hasta ahora, las investigaciones realizadas con estatinas incluían, sobre todo, pacientes de mediana edad y algunos de edad avanzada, siempre con resultados satisfactorios. En cambio, este estudio se dirige exclusivamente a pacientes con una edad media de 75 años y con las características de las personas que acuden a diario a la consulta de Atención Primaria para controlar otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial, el tabaquismo y la diabetes".
A pesar de que este tipo de paciente mayor es el que tiene mayor riesgo de sufrir un infarto de miorcardio o un ictus (infarto cerebral) y, por tanto, el más necesitado de un tratamiento preventivo, en la práctica no lo recibe. El profesor José Manuel Ribera Casado, del Hospital Clínico de Madrid y catedrático de Geriatría, admite que las estatinas se utilizan escasamente en población anciana pese a los beneficios ampliamente demostrados en otros grupos de edad.
"Las conclusiones que aporta el estudio PROSPER demuestran que el empleo de estatinas en este sector de la población resultará también esencial para reducir el riesgo cardiovascular. Los criterios economicistas están de más en un segmento social cuya esperanza de vida no ha dejado de aumentar en los últimos años.
En la actualidad, hay más de un millón y medio de españoles con más de 80 años y muchos de ellos se encuentran bien y pueden beneficiarse de las ventajas preventivas que aportan los tratamientos más innovadores, como es el caso de las estatinas". Es éste un dato especialmente destacable, si se tiene en cuenta que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de discapacidad y muerte de los más mayores.
La conclusión del estudio PROSPER que ambos expertos coinciden en señalar es la demostración de que los tratamientos que actualmente se aplican para reducir el riesgo vascular en personas de mediana edad pueden también utilizarse en personas de edad más avanzada "con la misma eficacia en términos relativos pero", según precisa el doctor Mostaza, "con beneficios superiores en términos absolutos".
"La reducción del riesgo de muerte por enfermedad coronaria en los dos grupos puede ser similar; sin embargo, no es lo mismo conseguir esa reducción en un grupo donde la tasa de mortalidad por ese evento es muy frecuente, como es el caso de los ancianos, que hacerlo en grupo de menor edad donde la incidencia de estas enfermedades es bastante más baja".
La seguridad del tratamiento El estudio confirmó que la seguridad mostrada por pravastatina en pacientes más jóvenes se repetía en los de edad avanzada. Los especialistas valoran especialmente esta ventaja cuando se trata a la población anciana, que por lo general recibe varios medicamentos para controlar otros factores de riesgo cardiovascular.
El profesor Ribera Casado subraya que los mayores toleran bien esta medicación y no es habitual la suspensión del tratamiento por efectos secundarios. "De hecho, en el PROSPER apenas se registran diferencias de seguridad entre el grupo tratado con pravastatina y el que recibió placebo". En la realización del estudio PROSPER participaron investigadores de las Universidades de Glasgow (Reino Unido), Cork (Irlanda) y Leiden (Holanda).
El pasado mes de noviembre, se presentaron los primeros resultados en Chicago, durante la Reunión Anual de la Asociación Americana del Corazón (AHA). Más de la mitad de los 5.804 hombres y mujeres de entre 70 y 82 años incluidos en el ensayo clínico presentaban antecedentes de enfermedad vascular y la otra mitad podían ser considerados de alto riesgo, por ser hipertensos, fumadores o diabéticos.
El rango de los niveles de colesterol también era amplio (155-348), lo cual indica, según el doctor Mostaza, "que los beneficios de pravastatina van más allá de su capacidad para reducir el colesterol. Esto significa que a los pacientes hay que tratarlos no por su hipercolesterolemia sino en función de su riesgo vascular". Los pacientes fueron divididos en dos grupos para ser tratados con pravastatina en dosis de 40 mg o bien con placebo.
Los resultados revelaron igualmente que pravastatina reduce significativamente los eventos coronarios en un 19% y la mortalidad asociada a estos episodios en un 24%. En sólo tres años, los pacientes ya percibían los beneficios del tratamiento.
Los ancianos tratados con estatinas reducen en un 24% el riesgo de muerte coronaria
domingo, 02 de febrero de 2003 23:00h
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EUROPA PRESS