Entre aplausos, emoción y palabras de gratitud, el Centro de Humanización de la Salud San Camilo celebró la graduación de dos grupos del Certificado de Profesionalidad en Atención Sociosanitaria a Personas Dependientes en Instituciones Sociales. Una formación oficial, gratuita y subvencionada por el 0,7% del IRPF a través de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid, que habilita profesionalmente para trabajar en el ámbito del cuidado.
El esfuerzo de los más de 70 graduados, de los grupos de mañana y tarde, fue reconocido como un logro cargado de mérito, ya que muchos compaginan estudios con trabajos y responsabilidades familiares. Por ello, durante el acto recibieron el reconocimiento y felicitación de familiares, compañeros en prácticas, vecinos y amigos, que acompañaron con orgullo a quienes han culminado esta etapa formativa. Una acreditación que representa no solo una mejora profesional, sino también un profundo crecimiento personal.
De hecho, varios de los nuevos certificados comenzarán a trabajar este verano en el Centro San Camilo, demostrando que esta formación no solo transforma vidas, sino que también abre oportunidades reales de inserción laboral. “Conocí San Camilo como estudiante a comienzos de este año, ahora me gradúo y la semana que viene empiezo a trabajar aquí” agradeció una de las alumnas.
ESPERAMOS MUCHO DE VOSOTROS
En la ceremonia de graduación Cristina Muñoz, responsable de Calidad y Programas del Centro, definió esta formación como “un modo de cuidar con la impronta de San Camilo”, y recordó a los nuevos profesionales que “esperamos mucho de vosotros, de hecho algunos empezareis la semana que viene a trabajar en este Centro”. Por su parte, en nombre de los profesores, Daniel Moguel les dio la bienvenida “al mundo del cuidado”, y Virginia Lobo, también enfermera expresó: “He aprendido con vosotros. Espero coincidir en el camino como compañeros”.
Los protagonistas del evento fuero los alumnos graduados que tomaron la palabra en varios momentos de gran carga emocional: “Atender a un usuario es atender a un familiar, y lo hacemos de corazón”, afirmo Ingrid. A continuación, Mauricio, ante su hija y su nieta, exhibió su diploma y agradeció al Centro la formación recibida: “Gracias. Aquí he aprendido lo que significa la expresión Carpe diem, porque aquí he aprendido a aprovechar el tiempo”.
Alumnado que agradeció al equipo docente por enseñarles desde el ejemplo y por hacerles “sentir como en casa”. Muchos afirmaron llevarse no solo conocimientos, sino valores: “Nos llevamos más corazón en las manos, como decía San Camilo”.