El próximo miércoles, día 15 de junio, Mensajeros de la Paz Murcia inaugura el II Congreso Internacional de Gerontología, con el título “Pensando en el futuro”.

Reconocido de interés sanitario por la Consejera de Sanidad, su Majestad la Reina Doña Letizia será la presidenta de honor. Hasta su clausura, la tarde del día 16, se sucederán diversas conferencias y mesas redondas a través de las que expertos nacionales y de las universidades de Roma y Lyon compartirán conocimientos y debatirán todo lo que concierne a la dependencia,tanto en el abordaje de la discapacidad como en el de la vejez y el dolor en las residencias de la tercera edad.

“La profesionalización y especialización del sector asistencial que atiende a nuestros mayores es necesaria”, resalta Agustín García, gerente de la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz Murcia. “La formación continua, la innovación y la investigación son aspectos por los que Mensajeros de la Paz apuesta en sus planteamientos de atención de nuestros mayores”.


Tras la conferencia inaugural, a cargo de José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización y Asistencia San Camilo de Tres Cantos, el miércoles, las intervenciones irán dirigidas a analizar cuáles son los lugares óptimos para envejecer y cómo deben abordarse los últimos tramos de la vida cuando acarrean dolor o discapacidad. El jueves, partiendo de una perspectiva socio-sanitaria, se abarcarán, más concretamente, el papel de la familia, las medidas de sujeción (rompiendo un tabú de las actuaciones en gerontología y geriatría) y el manejo no farmacológico de las personas con demencia, entre otros temas.

“Este congreso ha contado con un mayor número de inscripciones que el primero”, destaca Carmelo Gómez, coordinador de la Asociación Edad Dorada Mensajeros de la Paz Murcia. “Viene más del doble de gente, y algunos invitados llegarán desde nuestros centros de Argentina, Perú y Cuba”.

Por su parte, el Padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, ha expresado que el cuidado de nuestros mayores es la labor social más importante que se puede hacer en estos tiempos: “Su presencia siempre es sinónimo de ternura, por eso es tristísimo que existan tantos abuelos desatendidos”, ha denunciado. “Es necesario que nos hagamos cargo, con sabiduría y cariño, de las necesidades materiales y afectivas de la población mayor. MÁS INFORMACIÓN