"Escuchar al enfermo es un arte. Pero es más difícil todavía escuchar el silencio. Y, sin embargo, en ocasiones, el mensaje más importate en el encuentro con los enfermos es vehiculado a través del elocuente silencio"... Así comienza un hermoso artículo de José Carlos Bermejo, Director del Centro San Camilo, en la Revista Galilea 153 en el monográfico noviembre-diciembre.

La Revista, editada por el Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, ubica el artículo en la sección para "cuidar a los más frágiles".

Bermejo expone y desarrolla unas ideas concretas, que beben de la relación de ayuda, la pastoral de la salud y el carisma camiliano de cuidar a los más vulnerables (y enseñar a cuidarlos). Así, refleja cómo hay que "escuchar lo que no se oye", cómo "responder con el silencio", sus posibles significados ("estoy contigo", "me hago cargo", "no sé qué decirte, pero cuenta conmigo")... Y cómo va sazonado de miradas (cómplices, cariñosas, o compasivas) o aderezado con un gesto sincero, por ejemplo un abrazo..."Entonces, su poder se multiplica exponencialmente. Se convierte en palabra penetrante con poder de confortar y aliviar a quien se encuentra en medio del sufrimento".

Bermejo indica además que "a responder con silencio se puede también aprender". Y matiza, "no es simplemente quien calla, sino quien mejor calla, porque es claro que no siempre el silencio es la adecuada respuesta". LIBROS RELACIONADOS:"El arte de sanar a las personas"