El programa "Para todos, la 2 " de TVE ha entrevistado el pasado 17 de noviembre a José Luis Bimbela, doctor en Psicología y profesor del CEHS, para analizar el "self counselling o tecnología con alma", clave en su libro "Yo decido", editado por Desclée de Brouwer y el CEHS.
Entrevista en Para Todos, la 2Entrevista en la Revista HUMANIZAR:
-El término “counselling” es difícil de traducir en castellano. “Consejo asistido”, “relación de ayuda”, “habilidades de relación del profesional de la salud con el paciente/usuario/cliente”…¿Cuál sería su definición más actualizada?
-Nos ha costado mucho traducirlo, es verdad. Ahora, y buscando más su esencia, lo definiría como “habilidades de relación CON el otro”, y enfatizo la preposición “con” dado que, en los últimos tiempos y en ciertos sectores, se están utilizando estas potentes habilidades “CONTRA el otro”. Y claro, ese mal uso, ese uso manipulador y perverso se acaba volviendo contra el que lo hace.
-En su artículo “El counselling: una tecnología para el bienestar del profesional”, explica los orígenes del counselling tras la aparición y extensión del VIH/SIDA, ya que las Ciencias del Comportamiento cambiaron principalmente en los aspectos relacionados con el manejo de los aspectos emocionales ligados a la enfermedad: se promocionaron conductas más saludables en la población y con el papel protagonista del propio paciente. ¿Es posible que el counselling “mute” con el paso del tiempo y la llegada de nuevas situaciones en la relación paciente/usuario/cliente?¿En qué punto estaríamos hoy día?
-Con la aparición del SIDA aprendimos mucho en el tema de la gestión de las emociones y también en el de la motivación al cambio de conducta. Ahora impera otro virus, el del miedo. Nada parece seguro: ni la pareja, ni el trabajo, ni la salud. Hay miedo a la gripe A, al colapso financiero, al despido, a quedarse solo y sin pareja,… Los ciudadanos se sienten inseguros con poco poder para cambiar las cosas. En este escenario, el counsellig tiene mucho que hacer, pues su objetivo final es mejorar la salud física, emocional y social del ciudadano, a través de (y gracias a) su empoderamiento.
-El objetivo del counselling es mejorar la salud del paciente-usuario-cliente, pero adquiere especial relevancia otro objetivo “intermedio”: cuidar al profesional. ¿Cómo puedo cuidarme yo, como profesional? ¿Y cómo ha aprendido a cuidarse ud.?
-Podemos cuidarnos aplicando el counselling en todos los niveles de nuestra propia vida, incorporando las técnicas y habilidades que comporta, tanto en el ámbito profesional (con los clientes, con los compañeros, con los jefes), como en el personal (con la pareja, con los hijos, con el resto de la familia), y también en el social (con los amigos, los conocidos, y con todas las personas anónimas con las que interactuamos diariamente). Por otro lado, los profesionales de este país tenemos bastante abandonado el cuidado de nuestro propio cuerpo. Y confieso que uno de mis propósitos para este próximo año 2010 es recuperar estos cuidados: relajación, yoga, meditación, etc.
-Las habilidades que configuran el counselling abarcan más allá de la relación “profesional de la salud-usuario”. Hay counselling para directivos, formadores, intervención con jóvenes…¿No corremos el riesgo de diversificarlo demasiado?
-En absoluto, tengamos en cuenta que aporta habilidades básicas para relacionarse con el mundo, y que se adaptan después a situaciones concretas. Es de aplicación “universal” y beneficia a todos. Es más, no tendría mucho sentido ni sería muy “counselling” (aunque ocurre con frecuencia) que lo aplicara con unos (escuchando, empatizando, y respetando a mis clientes, por ejemplo) y no con otros (ordenando y humillando a una persona que me atiende un una tienda, por ejemplo). El componente ético, de respeto al “otro” es, una vez más, evidente y consustancial al counselling.
-Denos por favor una pincelada práctica que resuma la utilidad del counselling para un directivo, un formador, y un joven.
-Al directivo le será útil para convertirse en un “líder resonante”, que es el que contagia entusiasmo, motivación e ilusión, y así su equipo rinde más y mejor. Su opuesto es el “jefe tóxico”, que contagia angustia, impotencia y agresividad. En cuanto a los formadores, el counselling les ayuda a gestionar sus propias emociones, a dotarse de habilidades para no quemarse y a manejar verbos clave en comunicación (preguntar, escuchar, empatizar, sintetizar, reforzar, retroalimentar, por aquello de que “quien siembra empatía y refuerzo, recoge también empatía y refuerzo”. Y a los jóvenes les ayudará a crecer de una forma saludable tanto en el plano bio-físico como en el psico-emocional, y también en el social. Además, puede representarles, cara al futuro, un buen ahorro en “potingues” u operaciones “estéticas”, pues, como decía Oscar Wilde: “uno a partir de los 40 tiene la cara que se merece” (cara que va a ser muy distinta si ha estado macerada en emociones como entusiasmo o ilusión o si lo ha estado en emociones como rabia o angustia).
-Volviendo al counselling en los profesionales de la salud, ud. incide en las técnicas, instrumentos y métodos aplicables a la mejora de las relaciones interpersonales de dichos profesionales: habilidades emocionales, de comunicación y de motivación para el cambio de conducta. ¿Hay que practicarlas con un orden?
-En estas habilidades el orden de los factores sí altera el producto: primero hay que aplicar las habilidades emocionales intrapersonales (con las que se trabajan los propios miedos, angustias y rabias para transformarlas en ilusiones, esperanzas y seguridades, que garantizarán el éxito de las acciones posteriores); después las de comunicación (para generar una relación de confianza y empatía) y, por último, las de motivación para el cambio de conducta, que redondean la intervención.
-Respecto a las “habilidades de comunicación”, ud. ha aseverado que la comunicación es “la herramienta básica para la relación interpersonal,” y a través de ella se abordan las emociones de los pacientes y se estimulan los cambios. Llevemos el counselling a los medios de comunicación: ¿qué habilidades necesitarían mejorar?
-Fue estimulante el trabajo que realicé hace años con la Fundación Anti SIDA España (FASE), donde impartimos talleres a los periodistas para que fueran capaces de ponerse en el lugar del lector más interesado, que era generalmente un afectado de SIDA o un familiar. Trabajamos con ellos también las habilidades de motivación para el cambio con sus propios jefes, para poder negociar, por ejemplo, los titulares de las informaciones. Es un reto apasionante: hacer compatibles los objetivos del periodista con las emociones y objetivos del lector. Es muy relevante trabajar sus habilidades para “ponerse en el lugar del lector” y éste es, verdaderamente, un reto importante de cara al futuro del couselling en España.
-En su web campus.easp.es/bimbela/ insiste en la importancia del “cómo” se dice sobre el “qué” se dice, de ahí la relevancia de formarse en estos niveles de comunicación…¿En qué estamos “verdes” los profesionales sanitarios?
-Pues precisamente en lo que tiene que ver con la comunicación no verbal. Dicen los osteópatas que “el cuerpo no miente” y ese aspecto está poco trabajado y se suele confundir con “hacer teatro”. Nada de eso; el día a día demuestra que la comunicación honesta (la que sale del corazón, del estómago y de la cabeza) es la más eficaz, además de la más ética. Por otro lado, también estamos bastante “verdes” en las habilidades para el cuidado corporal: respiración, relajación, meditación, etc. Y, para acabar, un aviso a navegantes: no nos dejemos secuestrar por el instrumento (que es muy potente), no olvidemos que nuestro objetivo final es mejorar la salud (física, emocional y social) del otro, de todos los otros. Y de nosotros mismos.
-¿Existen diferencias entre el counselling en España y en otros países? ¿Cuáles?
-En España enfatizamos más la importancia de las habilidades emocionales intrapersonales y, por tanto, las trabajamos más y mejor. Por otra parte, sería bueno que profundizáramos más en las habilidades para motivar cambios, y especialmente en las aplicaciones grupales del counseling (una de las asignaturas pendientes más relevantes).
-Vista la enorme aplicabilidad de las habilidades del counselling a temas, situaciones y patologías diversas, sería muy conveniente que se extendiera por las ramas profesionales, instituciones y la sociedad en general, para desarrollar estilos de vida más saludables. ¿Cómo podríamos lograrlo?
- Subrayando el aspecto preventivo del counselling: si se aplica normalmente (es decir si nos relacionamos siempre y con todos con este tipo de habilidades), será más difícil que “llegue la sangre al río”; esto es, que se produzcan situaciones conflictivas o agresivas. Y, en todo caso, cuando aparezcan serán más fácilmente manejables. Además, los counsellors podemos ser un buen ejemplo “en vivo y en directo” de estilos de vida más saludables (en lo físico, en lo emocional, y en lo social).
-Por último, ¿cuál es la asignatura pendiente del counselling? ¿Y en qué medida podemos mejorarlo cada uno de nosotros?
-Aún no hemos sabido “vender” bien el counselling. Hace falta un buen marketing a toda la población, enfatizando sus ventajas: mejor salud física (estética incluida), mejor relación con uno mismo y con los demás, mayor calidad de vida, más bienestar y felicidad, mayor éxito profesional, menos sufrimiento. También tenemos pendiente aplicar el counselling a todas nuestras relaciones (profesionales, personales, sociales) con humildad y respeto. No se puede ser experto en counselling y luego tratar mal al camarero que te sirve un café.
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jueves, 20 de noviembre de 2014 23:00h
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Centro de Humanización de la Salud