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“Escribiremos las HUCIs del siglo XXI con H de Humano”

Algo está cambiando en la Medicina”. Así de claro se muestra Gabi Heras, médico de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Torrejón, atreviéndose a cuestionar el sistema médico desde dentro y con intención de mejorarlo para el beneficio de todos…Conozcamos qué es el Proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos…



Por Redacción

-¿Para qué sirve el Proyecto HU-CI?

“Nació en febrero de 2014, fruto de la necesidad de cambiar y mejorar. Nos dimos cuenta de que había que revisar la atención a los pacientes, a las familias y analizar las necesidades de los profesionales. En los últimos 20 años el desarrollo tecnológico de los Servicios de Medicina Intensiva en España ha sido espectacular, y hemos reducido las tasas de mortalidad a cifras increíbles con dicho desarrollo. Pero quizás hemos relegado a las personas a no ser el centro del sistema, y queremos que recuperen un lugar del que no debieron salir”.

-Los cuidados intensivos están formados por mucha gente, toda igual de importante (pacientes, familias y profesionales)…

Claro, todos estamos acostumbrados a pensar desde un solo punto de vista y cada uno tenemos nuestras razones. Ver las cosas desde “el otro lado de la cama” nos hace entender y escuchar las necesidades de los pacientes y las familias. Por otro lado, los profesionales somos también potencialmente pacientes y familias, y ya es hora de que bajemos del escalón y partamos de la base de que todos somos personas. Y que también tenemos nuestras necesidades y que es fundamental cuidar al cuidador.

-¿Qué es “mirar en 360 grados”…?

Poner la atención y el foco en cada uno de los protagonistas, pararse a pensar en cómo nos gustaría que fueran las cosas. Atender a las necesidades arquitectónicas, la comunicación no verbal, la necesidad en habilidades de comunicación y relación de ayuda. Para mí esta es la clave del proyecto: hacer un viaje al interior de cada uno para desde las personas, cambiar las realidades. Nadie generará ese cambio por nosotros.

- Ante la necesidad real de atención sanitaria en España… ¿qué tenemos que cambiar?

La situación de crisis ha golpeado tremendamente a los profesionales sanitarios al igual que al resto de la sociedad. Esto ha generado una profunda desmotivación en personas tremendamente vocacionales. Elegimos la Medicina, la Enfermería, la Psicología, el Trabajo Social, etc. por vocación, y los factores externos están haciendo que mucha gente olvide su pasión. Y la pasión se recupera desde dentro. La crisis es una oportunidad de cambio. Por otro lado, las familias y los pacientes son partes fundamentales y necesitan ser escuchadas y empoderadas. Necesitamos a todos en esta tarea, porque estamos todos en el mismo equipo. Y este es un mensaje clave y motor del cambio.

-¿Cómo podríamos mejorar la atención de las UCIS?

A través de la escucha. Creé el blog www.humanizandoloscuidadosintensivos.com para recabar las opiniones de las personas y darle visibilidad al proyecto, y porque en los tiempos que vivimos el 2.0 es fundamental para interactuar no solo con profesionales, sino también con pacientes y familiares. Entre todos, hemos de elaborar una hoja de ruta, unas Guías de actuación para mejorar la atención en los cuidados intensivos. De hecho, hemos contactado con profesionales sanitarios de la Medicina, la Enfermería y la Psicología, pertenecientes a la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC). Además, pensamos que es fundamental que los pacientes también participen en el proyecto. Después de 8 meses de proyecto, después de escuchar a los protagonistas, sabemos que hay que analizar y llevar a cabo acciones de mejora en: 1. Comunicación: información a pacientes/familias y entre los profesionales. 2. Burn- out de los profesionales. 3. Horarios de visita-UCI de Puertas abiertas: flexibilización horarios-presencia, satisfacción y participación familiar en los cuidados 4. Narrativa en UCI (pacientes y familiares): recuperar la historia clínica. 5. Medicina Integrativa: musicoterapia, actividades, fisioterapia, etc. 6. Mejoras arquitectónicas en las UCIs. 7. Secuelas postUCI: psicológicas, depresión, manejo del dolor. 8. Habilidades formativas: resiliencia, trabajo en equipo, relación de ayuda, empatía y escucha. 9. Manejo de situaciones terminales: "Código muerte", limitación soporte vital, cuidados paliativos -La motivación de los profesionales, para evitar perder la ilusión, es clave… Sin duda. La motivación por incentivos es una parte fundamental, y por desgracia no se lleva a cabo. Solemos echar balones fuera, y la motivación hemos de escucharla cada uno en nuestro interior. Mucha gente pensará que me refiero al dinero pero no es así, porque ese es un incentivo finito y limitado. Deberíamos trabajar motivados por incentivos de creatividad – que nos dejen desarrollarnos en el campo que nos guste-; de conocimiento – que nos ayuden a seguir formándonos- y de reconocimiento, que se valore la labor que llevamos a cabo y que es tan importante para la sociedad de bienestar. De esa manera, aumentaría la productividad y la satisfacción de los profesionales, se ahorrarían costes y se llevaría a cabo una gestión clínica humanizada en la que nosotros mismos tendríamos mucho que aportar.

-La atención sanitaria no es inhumana, pero está deshumanizada…


Mucha gente me dice: “¿Qué pasa, es que no somos humanos y por eso hay que humanizar los cuidados Intensivos?” Yo suelo contestar que no van por ahí los tiros. Humanizar es tomar consciencia de uno mismo, es un proceso complejo y multidimensional que va desde la política hasta la cultura, la organización sanitaria, la formación de los profesionales de la salud, el desarrollo de planes de cuidados etc. En el mundo sanitario, humanizar significa hacer referencia al ser humano en todo lo que se realiza para promover y proteger la salud, curar las enfermedades, garantizar un ambiente que favorezca una vida sana a todos los niveles: físico, emotivo, social y espiritual. Y también en el proceso de morir, como una parte más de la vida y de importancia capital. No es ni mucho menos un desatino hablar de cuidados paliativos intensivos. Decir esta palabra, “humanizar”, saca a las personas con enfermedades de su estatus de indefensión y compromete a los profesionales sanitarios a buscar una atención excelente.

-Los profesionales somos los mismos, los medios humanos no…

La crisis ha hecho que las instituciones públicas y privadas nos hayan presionado fundamentalmente a nivel económico, e incluso muchas veces nos enfrentado sin motivo. La Medicina no es una cadena de montaje. Somos personas que trabajamos para personas que circunstancialmente están enfermas, y no se puede escatimar en recursos humanos ni técnicos, y esto es uno de los básicos en cualquier sociedad que se precie, al igual que pasa con la Educación. Está demostrado científicamente que los ratios ajustados son peligrosos para los pacientes y para la salud mental y física de los profesionales. No podemos por menos que hacerlo público y exigir, como en cualquier trabajo, trabajar en unas condiciones adecuadas. Todos querríamos para nosotros y nuestros familiares ser atendidos con los medios humanos y técnicos apropiados, y eso por desgracia no ocurre. Si no lo hacemos público, al final acabamos siendo cómplices.

-¿Qué está cambiando en la medicina?

Muchas cosas: ser conscientes de las cosas que hay que cambiar es el primer paso. Acabar con el paternalismo y que todas las partes se puedan expresar y se tengan en cuenta sus opiniones; dejar espacio a las emociones y que los profesionales vamos saliendo del “armario emocional”. Desde España, hemos iniciado la REVOLUCIÓN para las personas, el empoderamiento de todos los integrantes del sistema. Escuchar la propia humanidad y dar espacio a nuestra creatividad ayuda a la gestión clínica, y sin duda alguna esto ahorra costes y formará parte de la Medicina del siglo XXI.