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“Educar en la prevención es la mejor protección”

¿Por qué nació AspaSI?

AspaSI nació en 2007 por varias razones; llevo mucho tiempo trabajando como psicóloga, desde 1988 en mi centro de terapias, y vi que un porcentaje muy alto de las personas que acudían por distintos motivos, al trabajar con ellos con la técnica del niño interior, más del 80% de los casos tenía que ver con algún tipo de abuso que habían sufrido en la infancia, y sobre todo el abuso sexual, tema del que no se atrevían a hablar por miedo, vergüenza, sentimientos de culpa e indefensión…

 

¿Cómo fue el proceso?

Antes de hacer AspaSI, llamé a varias personas con las que había trabajado cuando eran niños y había detectado en ellos el abuso sexual. Estas personas con las que había trabajado en ese momento tenían edades comprendidas entre 6 a 13 años, y 10 ó 15. Años después, no tenían secuelas de ningún tipo, y ahora puedo decir que 25 o 30 años después y siendo preguntados sobre el tema, siguen sin tener secuelas de esos sucesos, gracias a haber podido revelar el secreto (el abuso sexual por parte de algún miembro de la familia) y haber podido trabajarlo en el momento.

 

Creaste tu propio método…

A lo largo de mi experiencia como psicóloga clínica especializada en abusos, he creado mi propio método, al que denominé en su día “Sanar es posible”. Es importante tener la certeza y asegurarse de detectarlo en el momento, y trabajarlo de la forma adecuada. Eso ha dado la oportunidad a esos niños que sufrieron abusos sexuales en diferentes grados, a poder crecer como adultos maduros, responsables, alegres, asertivos, con buena autoestima y sin secuelas.

 

La plasticidad del cerebro infantil ayuda…

Así es: estos resultados de décadas de trabajo me han dado la oportunidad de demostrar que el cerebro es plástico y se pueden hacer conexiones saludables, a pesar de las vivencias traumáticas que creíamos imposibles de restablecer.

Todos los resultados trabajados y mantenido el seguimiento con máximo respeto han hecho que mi labor me llene de un brillo de esperanza para la humanidad. Cuando trabajamos en la detección y acogemos al menor de la forma adecuada, las secuelas son mínimas o nulas.

 

 Conoces de primera mano el abuso…

Efectivamente. La situación que me tocó vivir y que me dio fuerzas para crear AspaSI fue cuando abusaron sexualmente de uno de mis hijos, y fue cuando en mi interior nació la posibilidad de frenar en parte esta problemática. Dentro de mí dije “¡basta, tenemos que hacer algo con todo esto para que no siga ocurriendo!” y fundé AspaSi. Al principio costó porque no encontraba quien se quisiera unir a la asociación; al final fueron tres amigos quienes prestaron sus nombres y firmas para crearla.

 

En vuestra formación a padres, estudiantes y profesionales relacionados con menores, ¿hay elementos comunes? ¿Y diferentes?

 Sí, sin duda, todo lo relacionado con formaciones, talleres tanto para adultos como para infantiles y juveniles, lo realizo desde mi Centro Hara “Terapias para la Salud”, ya que desde la asociaciónAspaSI nos dedicamos a la prevención a través de jornadas, congresos y seminarios informativos. Además de nuestras prácticas con futuros profesionales.

 

Para niños y adolescentes, talleres, ejercicios y juego…

La forma de trabajar con la prevención de la violencia sexual en los talleres es darles herramientas a los niños, adolescentes, en una hora y media un sábado al mes. Ahí trabajamos diferentes temáticas relacionadas con la autoestima, asertividad, comunicación, resolución de conflictos, inteligencia emocional, etc.

 

Introduzco ejercicios para que aprendan a prevenir el abuso sexual sin que se percaten que es para eso, así aprenden métodos relevantes que les ayudarán en el futuro y sin darse cuenta habrán aprendido, ya que los seres humanos estamos muy necesitados de motivación para resolver situaciones y frenarlas a tiempo, siempre que no nos encontremos con aquellos que son imposibles de frenar. Aun así debemos trabajar para normalizar la situación.

 

¿La clave para los profesionales?

Tenemos la estadística atroz de que una de cada cinco niños o niñas en Europa es abusado sexualmente antes de los 14 años. Por tanto, a los profesionales que trabajan en el entorno de menores es relevante formales para que puedan comprender, concienciarse y así trabajar desde una perspectiva real de lo que está sucediendo en el día a día sobre este tema. Las herramientas, pues, no son las mismas para padres que para profesionales, ya que la función de unos y otros es distinta.

 

¿Cómo podemos “educar desde el amor”, en medio de una sociedad convulsa y acelerada?

Para mí es necesario empezar a aprender a pararnos en momentos determinados en el día a día, a respirar, a saber estar con nosotros mismos, además de crear espacios de confianza donde conectarnos con nuestros hijos y acogerles. Aprender a escucharles más allá de las palabras, a ver los síntomas y señales de los menores cuando tienen un problema que no saben resolver.

 

Porque el niño de hoy será el adulto de mañana…

Eso es: situaciones que vivimos en la infancia determinarán en gran parte quienes somos y seremos; por tanto, debemos educar con amor siempre, vivimos muy acelerados y sin darnos cuenta de que la vida se pasa sin conocernos ni conocer a los que amamos realmente.

 

¿Cómo podemos prevenir de forma práctica?

Llevo más de 15 años realizando talleres y formaciones en colegios, institutos y facultades para trabajar la prevención y detección. Y, sin duda, una  de las maneras más positivas que siento que pueden ayudar a prevenir es a través de los cuentos y libros.

Más info: www.aspasi.org