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Antonio Aragón, periodista deportivo

Emigrar por motivos profesionales es algo habitual en ámbitos como el deporte, aunque muchas veces no asociemos este hecho con el fenómeno de la emigración al que estamos acostumbrados. Hablamos de ello con Antonio Aragón, un periodista deportivo que trabajó en Sudáfrica durante el Mundial de Fútbol de 2010 y ahora lleva más de medio año viviendo allí.



Por Laura Sanz Cruzado, periodista

¿Es difícil emigrar para un deportista?
A nadie le resulta fácil armar el macuto e irse al extranjero, aunque considero que un deportista lo tiene más fácil que aquellos que se van sin nada, a la aventura. Por lo general, los deportistas abandonan España con un proyecto u oferta bajo el brazo, algo que facilita la integración. Asimismo, los clubes y federaciones extranjeras, en la mayoría de los casos, se esfuerzan para que así sea.

¿Puede decirse entonces que les resulta más fácil?
Sí. Los deportistas suelen tener más facilidades precisamente porque suelen desplazarse con algo tangible mientras que en otros casos la inmigración posee mucha más incógnitas. Es parecido a la fuga de cerebros que viene llevándose a cabo durante los últimos años.

¿Qué hay de la integración?
No diría que sea fácil. Menos difícil, quizá.
 
¿El deporte es  un lenguaje universal entre diferentes países y culturas?
Sin lugar a dudas. Es uno de los mejores elementos integradores pese a que el idioma también oficia de barrera sobre la pista. En mi caso, por ejemplo, jugar al fútbol sala me ha ayudado a hacer más amigos dentro de mi empresa.
 
¿Cómo ayuda el deporte a integrarse en un nuevo entorno?
Ayuda a crear vínculos, a conocer mejor a gente de otras culturas… Lo hace más llevadero, menos forzado. Depende de cada persona, pero, en mi opinión, es el mejor elemento integrador posible.