José Carlos Bermejo: “Los escenarios de vida más vulnerables son ricos en humanidad"
José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud, desgrana los detalles de su último libro escrito con la doctora Rosa Belda, "Desde los márgenes", Editado por PPC. Cinco años de trabajo junto a Rosa Belda, una "oportunidad inimaginable de conocimiento de la realidad".
Por Redacción.
-¿Cuándo y cómo empezó a gestarse “Desde los márgenes”?
Como se dice en el prólogo, el proyecto empezó nada menos que en 2005. Nacía como intento de dar voz a personas que se encuentran en los márgenes, que representan situaciones de grandísima vulnerabilidad, de las que fácilmente hablamos y a las que más raramente damos palabra directamente. Por eso queríamos hablar con ellas, entrevistarlas, ponerles palabras desde nuestra observación y desde nuestro encuentro personal.
-Sois dos autores que vivís inmersos en el mundo del sufrimiento y la exclusión social desde hace muchos años…
Así es. De diferentes maneras nos asomamos y caminamos y hemos caminado con personas que se encuentran en los márgenes, en el mundo de la exclusión social. No nos dedicamos a tiempo pleno a esta tarea, puesto que trabajamos también la gestión, docencia, ejercicio de la medicina, etc. Sin embargo, desde diferentes planos y roles, parte de nuestra vida es compartida con los márgenes; los de este país y los de otros muchos países que viven en situación de mayor vulnerabilidad. Estos escenarios de vida son muy sorprendentes e interpelan con fuerza. También son ricos de humanidad y reveladores de los valores realmente importantes en la vida.
-Once capítulos retratan comunidades y personas marginadas de diversas épocas y lugares, hasta llegar al barrio “de mi ciudad”…
Efectivamente, hemos tenido oportunidad de acercarnos a África, América Latina y también al barrio de la ciudad o a una rotonda cualquiera. En cualquier rincón podemos encontrar márgenes. Los creamos los seres humanos con nuestro vivir excluyente.
Estamos llamados a ser igualmente dignos y construir un mundo más humano; sin embargo, somos capaces de generar enormes diferencias donde se genera mucho sufrimiento evitable. Escucharles de primera mano es una oportunidad inimaginable de riqueza de valor, de conocimiento de la realidad. Con cada persona que hemos encontrado hemos hecho un máster en humanidad.
-Menores desprotegidos, personas sin hogar, prostitutas, mujeres maltratadas, presos o jóvenes destruidos por las drogas…¿cómo pudisteis acceder a estas realidades?
Estas realidades están cerca de nosotros. No las vemossi no miramos. Una mirada humana y humanizadora hace reconocer lo que hay. Si vas conduciendo y hay una prostituta y paras y hablas, ves. Si piensas en el pederasta y le buscas y hablas con él, le descubres.
Si caminas pocos pasos y entras al barrio pobre de tu ciudad y llamas a una puerta y entras en casa, descubres. Si dejas que una mujer a la que han violado o maltratado, adulta o menor, te cuente, saldrá una cara escondida de la vida… Están cerca. Somos nosotros mismos. Los empobrecidos, los victimarios, las víctimas, no son de otro mundo. Es éste. Puede no ser visto sencillamente por no mirar. Hemos querido mirar para ver. Escuchar para pasarles a ellos la palabra.
-Cada uno de los capítulos revierte en una referencia a Jesús, como peregrino sin refugio, defensor de los más vulnerables…
Mirándole a él, las posibilidades aumentan. Jesús es un referente para la historia de la humanidad. En él está la fuente de la humanización. Su persona, su vida, sus actos, su contracultura, su alternativa, su modo de aproximarse a los márgenes, constituyen una muy buena noticia para la humanidad. Tenemos muchas posibilidades por explorar aún en esta línea. Un ratito de mirada a Jesús y de escucha podría transformar el mundo.
-¿Para qué nos puede servir este libro?
Para hacernos más cargo de la vida, de la realidad, para humanizarnos observando rostros de sufrimiento y esperanza. Pero sobre todo para comprometernos por no vivir en la ignorancia y en la apatía, sino en el compromiso por caminar juntos trabajando por un mundo más humano. Creo que es un libro provocador de bien, de deseo de trabajar por humanizar. El libro ya humaniza dándoles a los que están en los márgenes la voz.