Revista Humanizar

Salud 2.0 - Enredados

Número 122, Mayo-Junio 2012

"El día que vives es una batalla que ganas"

Las XVII Jornadas de Humanización de la Salud centraron su temática en el counselling y los cuidados paliativos…y unimos lo académico con lo vivencial gracias a Nieves, enferma terminal, que nos enseña con esta dura etapa varias lecciones preciosas. Teresa Aguirre, psicóloga y miembro del Equipo de Atención Psicosocial (EAPS) San Camilo, nos acerca su testimonio. Por Teresa Aguirre, psicóloga, EAPS San Camilo.


Nieves, ¿Cómo te sientes? Me encuentro bien, a veces un poco cansada, pero me siento feliz… Me llena mucho poder salir a la calle, ya que hasta hace muy poco me pasaba el día en la cama sin poderme mover, y este cambio me ha abierto nuevos horizontes, es un gran logro. Poder levantarme, salir a pasear ayudada por mi marido en la silla de ruedas, ver el exterior, pasear por el parque del retiro, irme a tomar unos pinchos con mi familia…
El otro día me fui con los míos a tomar un chocolate a la cafetería “Valor”, ¡y me supo a gloria!
He agrandado mis horizontes en lo cotidiano, y eso me llena mucho. Aprovecho cada día y disfruto de las pequeñas cosas… El cambio a poderme mover, sentarme, desplazarme en silla de ruedas, ha ocurrido hace poco. Yo últimamente notaba que empezaba a sentir que no estaba tan paralizada, que hacía mejor los giros en los cambios posturales...
Fui al hospital de la Paz para hacerme pruebas. El cáncer no había mejorado, sino se había extendido más, pero sí había ganado en movilidad, y eso me generó un aliciente para mi vida, poder hacer cosas pequeñas que antes ni me imaginaba.
Soy realista, sé que mi tiempo de vida es corto, pero aprovecho cada día con más intensidad… No siento culpa ni rabia, acepto que mi tiempo es limitado y que mi final se acerca, pero lo vivo con paz, viviendo intensamente mi presente y disfrutando de los míos, que es de las cosas que más me llenan: el conversar con mis hijos, con mis hermanos, con mi marido. Si me dejara invadir por la rabia, no conseguiría nada con ello.

¿Podrías contarnos cómo es un día en tu vida?
Por su puesto mirar: me despierto antes de que me traigan el desayuno, ya que me duermo pronto…Vienen, me asean, (eso me gusta porque me siento limpita, y además así puedo hablar con las auxiliares). Luego leo, veo la televisión…Enseguida llega la hora de comer, y luego me echo la siesta, y más tarde viene mi marido, Toli, y me saca a pasear. Damos una vuelta al Retiro, paseamos por las calles… Al llegar la noche me acuesto y me duermo.


¿Qué les dirías a otras personas que se encuentran en una situación parecida a la tuya?
Les diría que hay que ser feliz, que disfruten de la vida… Que intenten vivir lo que les queda con intensidad, y que busquen, en cada detalle, cosas que les animen y se centren en las cosas agradables.
Hay personas que se dejan morir… lo respeto, pero siento que merece la pena luchar diariamente. El día que vives es una batalla que ganas, y hay que ganar pequeñas batallas.


¿Cómo afrontas tu momento presente, tu hoy?
Con la mayor alegría e ilusión intento hacerlo lo mejor posible…No escondo nada, si tengo que hablar del cáncer hablo, si tengo que hablar de mi familia hablo. Me considero una mujer alegre y dicharachera, y si mi testimonio puede servir de ayuda estoy encantada.


Cuando vienen los “días malos”, ¿cómo lo afrontas?, ¿a qué te aferras?
Me aferro al cariño de mi familia, al esfuerzo que hace mi marido por estar conmigo, abrazarnos y querernos y decírnoslo. Nuestro cariño es muy importante, Mi familia es muy importante para mí.


Enséñanos una lección preciosa… ¿Qué nos recomendarías hacer a los que vamos con prisas, y no apreciamos las oportunidades de cada momento?
Que no vayamos con prisa, hay que disfrutar de cada momento…Las personas que aparecen en nuestro día no van a volver a pasar, y si no saboreas ese encuentro te pierdes la oportunidad, y con ello una lección magistral con esa persona.

Volver