Revista Humanizar

Salud 2.0 - Enredados

Número 122, Mayo-Junio 2012

¿Qué sentimos ante la pederastia?

El sentir y las actitudes de la población ante realidades espinosas, como la pederastia, ¿puede cambiar tras proporcionar un contacto real con el problema o con la persona que ha vivido el problema? Para averiguarlo, desde el departamento de investigación del Centro de Humanización de la Salud presentamos un innovador estudio de resultados sorprendentes. Departamento de investigación del Centro de Humanización de la Salud El estudio consistió en la recogida de los sentimientos y actitudes de un grupo de personas antes y después de asistir a una entrevista entre un experto en counselling, José Carlos Bermejo, y una persona condenada por un delito de pederastia. Entre los participantes en el estudio se encontraban alumnos, voluntarios y otros asistentes, pertenecientes al Centro San Camilo en Tres Cantos, Madrid. La mayoría eran mujeres, y la media de edad alrededor de los 40 años. Se elaboró un cuestionario con preguntas sobre la disposición o sentir del interpelado ante la pederastia, la medida en que creía que podría ayudar a una persona que ha cometido un delito de pederastia, medida en que creía que podría aceptar o tolerar a una persona que ha cometido un delito de pederastia y medida en que creía que podría sentir empatía hacia una persona que ha cometido un delito de pederastia. Además se recogieron opiniones y expresiones espontáneas por parte de los asistentes. Este cuestionario lo rellenaron voluntariamente los asistentes a las Jornadas de Humanización de la Salud en 2011, antes y después de asistir a una entrevista en tiempo real entre el experto en counselling y dicha persona condenada por delito de pederastia. En los resultados se podía observar que los asistentes manifestaban que su disposición o sentir ante la pederastia mejoraba bastante una vez atendida la entrevista. A continuación sentían que su aceptación o tolerancia era mayor y finalmente su capacidad de sentir empatía aumentaba después de la entrevista. La capacidad de ayudar a la persona que ha cometido el delito, no aumentaba pero ésta era de las que inicialmente se habían puntuado más altas, desde un principio esta gente ya mostraba disposición a ayudar. También se podía ver en este estudio que las opiniones se encontraban divididas según las actitudes objeto de estudio:
• Casi la mitad de las personas comenzaban y finalizaban puntuando su disposición o sentir hacia como muy baja y la otra mitad iniciando en muy baja, acababan con disposición o sentir hacia bastante mejor.
• La aceptación obtuvo un movimiento unánime hacia la mayor tolerancia.
• La actitud de ayuda parece que es la más estable y mejor puntuada desde el principio y …
• Respecto a la empatía, la mitad de los participantes acabaron creyendo poder sentir empatía por esta persona. De hecho, los comentarios finales hablan por sí mismos:
Varios asistentes manifestaron su contrariedad a la convocatoria de la sesión con el pederasta presente con expresiones del tipo “no me parece bien instrumentalizar a una persona y convertirla en mono de feria”, “vas a traer al lobo a casa”, “prefiero que no conozca el camino a esta ciudad”, “no iré porque para escuchar eso, valdría un actor”, “¿acaso no comprende la institución el sufrimiento de las víctimas?”, “tendremos a los medios buscando morbo”, “la única solución es la amputación de los genitales” (sic)…
Sin embargo, al terminar la entrevista y en público, una persona pidió poder salir a saludarle y darle un abrazo como signo de acogida, otra persona conversó con él y se despidió de él diciéndole "adiós, hermano", otra persona expresó al entrevistador que ella era víctima, que no había podido hablar en público, pero que le dijera de su parte que se perdonara.
Otra persona le esperó junto a la parada del autobús para abrazarle y hablar con él tras haberse despedido de los organizadores. Otra persona le pidió públicamente en el turno de preguntas-intervenciones que se perdonara. Una persona escribió un e-mail expresando su admiración por el coraje tanto del entrevistado como del entrevistador, por lo delicado del tema y por último otra escribió un e-mail expresando su agradecimiento por la convocatoria por su potencial humanizador.
Conclusiones
En muchas ocasiones es necesario el paso por la experiencia y el contacto real con el problema que se plantea para poder cambiar la propia actitud hacia el conflicto.

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