Revista Humanizar

Tiempo y salud

Número 110, Mayo-Junio 2010

Religiosidad y bienestar personal

Joaquín García-Alandete, profesional de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Valencia, nos ayuda a aprovechar mejor el tiempo con una herramienta a nuestro alcance: la espiritualidad.
Por Joaquín García-Alandete, Universidad Católica de Valencia

Tiempo y psicopatología. El hombre no es solamente calendario

¡No tengo tiempo!, es el grito de guerra del estudiante, el ama de casa, el ejecutivo o el jubilado. A pesar de todo ello, en nuestra sociedad “no tener tiempo” es sinónimo de una persona importante, muy ocupada y con mucho éxito en su vida profesional. Nuestra cultura gira en torno al valor tiempo. Expresiones tales como “ aprovechar el tiempo”, “no dejar pasar el tiempo”, “darse tiempo”, etc., son muy frecuentes en nuestra vida cotidiana. Es indudable que, en este clima, ser un buen economizador del tiempo es signo de salud mental. Una persona que sabe dosificar su tiempo de trabajo, su tiempo de ocio, su tiempo de descanso, etc., es una persona equilibrada mentalmente.
Alejandro Rocamora, Médico psiquiatra

Escuela de envejecimiento

-¿Y tú qué haces? –He empezado a estudiar –¿A estas alturas? –¡Claro! –¿Y qué estudias? –Estoy aprendiendo a envejecer. Por desgracia este diálogo todavía no es posible. Pero sería deseable que se establecieran escuelas para aprender a envejecer. Escuelas que le dieran al tiempo la dimensión real. Y que sirvieran para que pudiéramos dara los segundos todo el contenido y toda la gratitud de verlos pasar. Pero con conciencia y consciencia.
Ramón Sánchez Ocaña