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“Estoy aprendiendo la importancia de escuchar y ser escuchado en momentos de crisis”

Nos llega un nuevo testimonio de la mano de la Fundación Hospital Residencia San Camilo. Ana Belén Tejado, responsable en el centro Virgen Milagrosa, Alba de Tormes, Salamanca, relata cómo la UMI y el equipo del Centro de Escucha San Camilo acudieron este verano a acompañar en el duelo a un grupo de familias…

Ana Belén Tejado, responsable de Centro

Si me preguntan ¿qué es la vida?, respondo: la vida es camino, es elección, es confianza, es decidir, decidir ir por uno u otro sendero, que, de sentido a tu recorrido, es aprender, también es tropezar, es dolor, es desaprender, es dar, es ofrecer a los demás lo mejor de ti, es AMOR. Es elegir con amor, confiar con amor, decidir con amor, aprender con amor, ofrecer con amor.

Cuántas veces me pregunto ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿qué es lo que da sentido a mi vida? “El sentido de la vida es lo que le da significado y ayuda a encontrar un soporte interno a la existencia”. (Frankl, 1999)

Ese soporte y significado lo encuentro en el Amor, en lo que produce y provoca este sentimiento, y ese amor, en mi caso, toma su mayor forma y significado en una persona: mi hija.

La vida es camino y vivimos buenos y no tan buenos momentos, pasamos por tiempos de luz y tiempos de tempestad, pero siempre debemos encontrar nuestro tiempo de nuevo sol y de esperanza para disfrutar del mejor regalo que nos da la vida: el tiempo y el amor.

Llegó el “huracán”
Hace unos meses nuestra Casa, Virgen de la Milagrosa de Alba de Tormes, sufrió un gran temporal, fue azotada por un huracán, la pérdida, para unos padres, del ser que da sentido y felicidad a sus vidas: su hijo.

En la madrugada del 21 de julio, cuatro jóvenes menores de edad fallecieron en un accidente de tráfico cuando volvían de una noche llena de fiesta, risas, amistad.
 
Toda la Casa se volcó, todos unidos, Superiora, Hermanas, compañeros, perturbados también, al no saber cómo ayudar, intentando averiguar cuál  era la forma en la que podíamos ayudar a nuestra compañera, porque este huracán arrasó con todo, ilusiones, esperanzas y creencias de las familias que en cuestión de minutos vieron como sus vidas perdían lo más amado y sagrado para ellos: sus hijos.

“Ya no encuentro sentido, el sufrimiento que tengo es tan grande que no me deja respirar, no entiendo nada, y ahora para qué vivir, me volveré loca, cada día sigo esperando a que vuelva, la pena no me deja ver nada más”, (R.A.) palabras ahogadas en dolor de una madre a la que, ese día, le arrancaron de su lado su razón de ser, su amor.

…Y llegó la “UMI”
Una llamada: ¡ayúdanos! Un nombre, Valentín Rodil; un servicio, la UMI –Unidad Móvil de Intervención en Crisis y Duelo- del Centro de Escucha San Camilo.
Una voluntad: apoyar y acompañar en ese nuevo camino. A finales de agosto acudieron  a nuestra llamada.

¡Gracias!
Gracias, Valentín, por acudir a nuestra llamada de socorro, por guiarnos y acompañarnos, por hacer de la escucha la herramienta indispensable, el bastón donde apoyarnos.

Estoy aprendiendo la importancia que en momentos de crisis tiene escuchar y ser escuchado, lo importante que es el hecho de estar presente y atento, escuchando y acogiendo lo que emana de la que persona que sufre, acompañándole en el camino. Cada paso en este camino es un descubrir de lo poderosa que es la escucha.

En la segunda visita de la UMI, tuve la oportunidad de poder participar en la sesión grupal en la que reunimos a las familias. Durante la sesión, Valentín nos explicó el mapa de duelo, ese huracán, la casa, la orilla, el barco, caminar hacia la otra orilla...

Todos pudieron contextualizar el proceso por el que estaban pasando, ubicándose. Intervinieron de una manera u otra, salvo M. perdido en su angustia, sin poder mediar palabra durante todo el tiempo que permanecimos en la sala, al finalizar, antes de marchar, pudimos compartir unos minutos y me dijo: Perdóname Ana, el otro día, cuando me llamaste para venir a la reunión, te tuve más de una hora al teléfono y no paraba de contarte, pero, ¡qué bien me hizo!

Y en ese momento empezaron a salir de su boca las palabras nuevamente, y sentí que esa tarde él había encontrado unos minutos de descanso; y descubrí el valor tan inmenso que tiene el acompañamiento en estos procesos de duelo y de lo importante de la labor de equipos como el del Centro de Escucha San Camilo, con Valentín Rodil y la UMI.