Carmen Sirviente recibe el premio “Mujeres esenciales de Tres Cantos”

La trabajadora del Centro San Camilo es reconocida con motivo del Día de la Mujer

 

Dentro de los actos conmemorativos entorno al 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, el Ayuntamiento de Tres Cantos programa la exposición y entrega de galardones Mujeres esenciales. Un premio que reconoce la trayectoria, trabajo y pasión de algunas de las vecinas del municipio nominadas por algún colectivo o individualmente. 

Es el caso de Carmen Sirviente que recibió la noticia con sorpresa, ya que fue su hijo quien envió una carta al consistorio argumentando el porqué su madre es merecedora de esta distinción.  “Esto es cosa de mi hijo que me lio y escribió una carta a mis espaldas, que todavía me emociona leerla” confiesa no ocultando su alegría.

La encuentro trabajando casi al final de su turno matinal en la residencia, peinando a Manuela mientras me cuenta. “Llevo aquí desde 2003 y me gusta mi trabajo. Por mañana hay mucho que hacer: levantarles, asearles, ayudarles a vestirse, prepararles para el  desayuno, hacemos las camas… y en mi planta hay cerca de 40 residentes”.

La residente le pide que le ponga la cadena al cuello que tango le gusta. “Se genera mucha confianza con los mayores, porque tienes que conocer sus gustos, la ropa que prefieren ponerse, los gestos de coquetería que quieren cuidar… y lo hago con todo el corazón” explica mientras se la abrocha.

“A mí, que estoy ciega de un ojo y tengo cataratas en el otro, Carmen mira por mí. No tengo queja, me trata muy bien. Si me la quitan soy capaz de escribir al Papa”, asegura con rotundidad Manuela al tiempo que se cogen de las manos. Luego, la conduce en silla de ruedas a desayunar.

Carmen adora su trabajo, al que no ha faltado en los momentos más duros provocados por la covid-19. “No he faltado ni un solo día. Nunca he tenido miedo, he hecho lo que quería hacer y sentía que debía hacerlo” señala. 

“No podía dejarles solos, para los abuelos somos parte de su familia, aquí siempre han estado acompañados. Aún me acuerdo, por ejemplo, de José María y el cupón del Día del Padre que vendía cada año por toda la residencia siempre pensando en los demás… Ahora se nota el cansancio de todo un año de pandemia, lo sentimos todos, pero hay que seguir” dice por último.

Le brillan los ojos. Estos momentos son parte de su vida y son tan esenciales como ella dentro del centro. ¡¡Enhorabuena Carmen!!