“Cuidar al cuidador es fundamental, ya sea un familiar o un profesional”

Entrevista a Josep de Martí, ponente en las XXIII Jornadas de Alzheimer

 

El director de Inforesidencias.com, el portal dedicado a la información del sector del cuidado a personas mayores y buscador de residencias, es uno de los participantes de estas veteranas jornadas del Centro de Humanización de la Salud. En las que participara dentro de una mesa redonda dedicada al cuidado integral al Alzheimer con la charla “Recursos de cuidados al Alzheimer en el contexto institucional”. Cree que esta enfermedad no solo afecta al paciente y a sus familiares sino a todos, por lo que pide que se involucre toda la sociedad.


¿Sabemos lo suficiente de la enfermedad de Alzheimer?

Claramente no. La medicina se enfrenta a un verdadero reto. Parece que cuanto más se sabe más compleja se muestra la enfermedad. Por eso algunos grandes laboratorios han dejado, de momento, de buscar una cura para concentrarse en elaborar formas de diagnóstico precoz y en prevención.

¿Cómo cuidar a los enfermos de Alzheimer y sus familias?

Pensando que el Alzheimer es una enfermedad de la sociedad que  no vamos a curar en los próximos años y con la que vamos a tener que convivir,  cuanta mayor sea la expectativa de vida y el porcentaje de mayores más personas vivirán con Alzheimer u otras demencias. Si pensamos que el cuidado de estas personas es algo que sólo afecta a quien tiene la enfermedad y sus familiares nos equivocamos. Debe ser algo en lo que esté involucrada toda la sociedad.

¿En el contexto institucional con qué recursos de cuidados al Alzheimer contamos?

Esto no ha cambiado desde hace unos cuantos años. Contamos con los recursos pensados para personas mayores dependientes. Atención domiciliaria, centros de día y residencias. Lo interesante es que, mientras algunos de estos recursos han decidido especializarse en la atención a personas mayores que viven con Alzheimer, otros optan por integrar a esas personas en recursos que también atienden a personas sin problemas cognitivos.

¿Cómo ha influido la pandemia en la atención de estos pacientes? 

Todo ha empeorado, sobre todo en los primeros momentos. El deterioro cognitivo no afecta a todo el mundo por igual. Aunque aparentemente “no se enteran de nada” eso no es cierto. Lo que sí lo es, es que los cambios y las situaciones difíciles de comprender afectan mucho más a personas con deterioro cognitivo. Que de repente dejes de ver a tu familia, no te dejen salir de la habitación, no le veas la cara a nadie y no entiendas por qué está pasando todo eso es duro para todo el mundo, pero especialmente para quien vive con Alzheimer. La falta de ejercicio y el aislamiento han hecho empeorar muchas situaciones acelerando el deterioro.

En el sector de las residencias ¿los profesionales que atienden a personas con esta enfermedad necesitan cuidados especializados también? 

Por supuesto. Los profesionales, especialmente los que siguieron trabajando durante la primera ola de la pandemia, han atendido de una forma extraordinaria a los residentes, superando el miedo y exponiéndose ellos mismos a la enfermedad sin los medios adecuados. Hoy sabemos que algunas gerocultoras y otros profesionales han sufrido estrés post-traumáticos. Cuidar al cuidador es fundamental ya sea este un familiar o un profesional.

¿Qué más se puede hacer para mejorar?

Hay muchas cosas y las más importantes se decían antes de la pandemia: ser consciente que atender a dependientes (entre ellos quienes viven con Alzheimer) es una actividad muy intensiva en trabajo y que la calidad de la atención se ve influenciada por la cantidad y la calidad de quien cuida. Eso requiere que aumenten las ratios de personal y las condiciones laborales, o sea, se debe gastar más en dependencia. También se debe caminar en la senda de la Atención Centrada en la Persona, tanto desde el punto de vista arquitectónico (unidades de convivencia) como funcional (mayor respeto a las preferencias). Sin olvidar que hay que mejorar la coordinación socio sanitaria. 

De todo eso ya se hablaba antes. Si hubiésemos introducido esos cambios, con seguridad que la covid-19 hubiese matado menos mayores en residencias; aunque, también con toda seguridad, aun así hubieran seguido muriendo muchos como ha sido en todo el mundo. Para entender de verdad lo que ha pasado nos toca ser humildes y pacientes. No podemos caer en la tentación de querer cambiarlo todo si no entendemos todo lo que ha sucedido. Para eso, dejemos trabajar a los científicos y no dejemos que los políticos quieran hacer el trabajo que les corresponde a aquellos.