Los voluntarios y coordinadores del Programa de Acompañamiento en Final de Vida y Soledad valoran la formación, tanto básica como avanzada y específica, para realizar actividades de acompañamiento en final de vida y soledad, puntuando elevadamente sobre su necesidad y utilidad. Ésta es la conclusión a la que han llegado los profesionales del Centro San Camilo que han realizado un trabajo de investigación especializado en la rama de cuidados paliativos.

Con los objetivos de conocer la percepción de los integrantes del programa de Acompañamiento de final de vida y soledad, que incluye 22 centros de la comunidad de Madrid (unidades hospitalarias, residencias, parroquias y domicilios), sobre el estado y las necesidades formativas para ejercer su actividad, han respondido a través de cuestionario online un total de 68 participantes, de una muestra de 152.

ALGUNOS RESULTADOS
Los coordinadores han destacado que la importancia de formar a los voluntarios es elevada, hace falta mucha formación.

Los voluntarios consideran que la propia experiencia les ha dado bastante formación, y es alto su nivel de compromiso. Además, tienen niveles altos de formación básica (herramientas de acompañamiento y de comunicación, voluntariado, duelo, cuidados paliativos, humanización de la salud) y niveles medios de formación específica (síntomas y dolor, acompañamiento compasivo, vivencia del familiar y deterioro cognitivo)

El 67 % considera que necesita más formación básica, sobre todo en cuidados paliativos y espiritualidad, y específica, sobre todo, en Alzhéimer, relación de ayuda en deterioro y vivencia del familiar entre otras.

AUTORES
Xabier Azkoitia, Roberto Pérez, José Carlos Bermejo, Marta Villacieros.


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