ACHE, la "Asociación de Counselling Humanista Española", comparte en la Revista HUMANIZAR, en cada número, sus inquietudes, reflexiones y orientaciones para conseguir un mundo más humanizado. Desde www.humanizar.es nos hacemos eco...La palabra Humanismo ha admitido distintos usos e interpretaciones a lo largo de la historia. Hoy mismo, sigue siendo utilizada por diferentes actores que aportan distintas miradas a este concepto. Lo que parece siempre compartido tras ella, es que aporta el reconocimiento de la dignidad de cada persona y su capacidad para tomar decisiones de forma libre y autónoma.

La Unión Europea participa de una lectura humanista en sus principios, reconociendo que su origen se establece como una reacción a un periodo de guerras y totalitarismos que se puede considerar antihumanista. Este proceso se apoyó en dos aspectos fundamentales; el primero consistió en vincular el proyecto europeo al desarrollo de derechos fundamentales básicos para la ciudadanía, y el segundo, la consideración universalista de esos derechos. Es decir, compartimos derechos y éstos son inherentes a cada persona, existe un valor básico en cada persona.
Lo que hace diferente este planteamiento a otros no es su originalidad. Valores como la libertad, la igualdad, la solidaridad y el impulso de la democracia, no son exclusivamente europeos, fundamentan los Derechos Humanos y gozan de reconocimiento en diferentes ámbitos jurídicos y políticos. Lo realmente especial es que se construya un proceso transnacional sobre estos cimientos y que se constituyan como núcleo de la actividad política en un territorio.
La Asociación de Counselling Humanista Española (ACHE) se considera radicalmente humanista, comprometida con el ideal del reconocimiento del valor intrínseco de la persona, de cada persona. Motivamos y facilitamos, a través de las diferentes relaciones de ayuda en las que participamos, la toma de conciencia sobre las propias capacidades y la necesidad de relaciones  horizontales como fórmula de entendimiento y crecimiento. Y es por ello por lo que observamos con preocupación la crisis de valores a la que se enfrenta Europa.
Esta crisis ha puesto a prueba el valor de la solidaridad y la igualdad, obviando el carácter universalista de los principios en los que se apoyaba el proyecto europeo. A partir de aquí, se plantea la necesidad de trazar un camino en el que se reinventen y se refuercen propuestas humanistas o seguiremos observando cómo se convierte en un espacio administrativo que supervisa la tensión entre grupos nacionales, económicos o políticos, ajenos a una realidad social que se hace presente cuando se mira a las fronteras. ¿CONOCES ACHE?REVISTA HUMANIZAR. ¡REGÁLATELA!