Recordamos a Francisco: el Papa de la ternura y la pastoral de la salud

Defensor de la humanización, colaboró con el Centro San Camilo

 

Desde que se comunicó la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, el Centro San Camilo se une al duelo mundial, y agradece su vida y servicio a la Iglesia

A lo largo de los últimos 12 años, el Pontífice ha estado cerca del carisma de San Camilo. La Orden rememora con cariño el encuentro con los religiosos camilos en Roma en 2019 y sus palabras ante la enfermedad o la asistencia sanitaria

José Carlos Bermejo, delegado general de la Provincia Española y director del Centro San Camilo, recuerda los diferentes encuentros tenidos con el Papa Francisco como oportunidades para reforzar la clave de la ternura en el cuidado a los enfermos: "Corre peligro de que esta palabra se caiga del diccionario", les dijo en aquella ocasión.

 

 

CULTURA DEL ENCUENTRO

“Su pontificado, de doce años de duración, ha sido muy motivador para nosotros. Nuestro Centro ha captado no pocos estímulos que hemos ido haciendo vida de diferentes maneras. Su propuesta de la “cultura del encuentro”, su llamada de atención sobre la “cultura del descarte” (Laudato Si), su invitación a hacer una “revolución de la ternura” (Misericordiae Vultus), su propuesta incuestionable de promover una “fraternidad universal” (Fratelli Tutti), su honda reflexión sobre “el corazón” en la reciente encíclica Dilexit nos, entre tantas claves de su liderazgo, me hace sentirme muy agradecido y heredero de un legado espiritual riquísimo” destaca Bermejo.

Asimismo, el Papa Francisco colaboró con nuestro Centro prologando en 2020  el libro Dios en la pandemia y, especialmente entrañable, fue el vídeo con el que participó en las Jornadas de Cuidados Paliativos de 2023 sobre el lema camiliano “Más corazón en las manos” (ver aquí su intervención al final del vídeo):

 

“Me gusta eso de Más corazón en las manos.  El corazón ve cosas que las vista no ve. El corazón es el que siente, el que pone sentimiento y calor a nuestros pensamientos. Más corazón en las manos, es decir, en nuestra acción, en nuestro trabajo. Cuando el corazón está en nuestras manos hay una sonrisa grande, en el corazón, en el modo de hablar, una sonrisa aún delante de las dificultades. Más corazón en las manos, que Dios los bendiga y que la Virgen les cuide. Y no se olviden de rezar por mí”, señaló serena y afablemente.

 

 

APRENDER DE LA ENFERMEDAD

El pasado 6 de abril, una peregrinación del Centro acudió al Jubileo de los Enfermos hasta la Basílica de San Pedro del Vaticano, donde el Santo Padre sorprendió con su presencia e hizo un llamamiento para considerar la enfermedad como "una escuela en la que aprendamos cada día a amar y a dejarnos amar”

Un Papa que nos ha llamado a construir una Iglesia Sinodal, de la escucha y la cercanía al que sufre, de la integración de la persona marginada, frágil y vulnerable, de la búsqueda de la justicia ante los abusos, del perdón. Por ello, le recordaremos como el Papa de la ternura y la esperanza y, como él nos pidió, rezaremos por él.